El Salvador está casi al final de la lista de países que tienen los mejores trabajos en América Latina, lo que implica que la calidad laboral es baja, según un reciente estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
La entidad financiera divulgó su última edición del Índice de Mejores Trabajos 2024 “Calidad del empleo en América Latina, entre la informalidad y salarios que no alcanzan”, el cual coloca a la calidad del empleo en la región en 41.2 en una escala del 1 al 100.
El BID mide cada dos años la calidad y cantidad del empleo en América Latina, por lo que esta edición abarca datos disponibles de 17 países de la región hasta 2022.
Dentro de ese ranking, El Salvador aparece en la casilla 14, casi a la cola del listado y por arriba de Nicaragua, Guatemala y Honduras. Eso implica que entre más abajo está un país en la tabla, menor es la calidad de trabajo de su población.
En las primeras seis posiciones de los países con mejores trabajos aparecen Uruguay, Chile, Costa Rica, Brasil, Argentina y Panamá, es decir que de Centroamérica solo están dos naciones en lo más alto.
Según el estudio, casi un 55% de los trabajadores de América Latina y el Caribe tiene un empleo informal sin contrato ni cobertura de seguridad social.
Además, indica que 3 de cada 10 personas no alcanzan a tener los ingresos necesarios para superar el umbral de la pobreza.
Los datos del BID revelan que si bien un 70% de las personas en edad productiva trabajan, la calidad del empleo es apenas un 41.2 sobre 100, según el índice.
En el documento se explica que la calidad del trabajo está compuesta por los indicadores de formalidad laboral y suficiencia salarial para superar la pobreza. Y dice que si bien la dimensión de calidad se ubica en su nivel histórico más alto desde 2010, su bajo nivel promedio subraya la “urgencia de mejorar la calidad del empleo en la región”.
Laura Ripani, jefa de la División de Mercados Laborales y Seguridad Social del BID, indica que “en una región en la que 70% de las personas dependen exclusivamente de su trabajo para vivir y mantener a sus familias, la calidad del empleo tiene que aumentar rápido”.
La experta destaca que “eso significa generar y conectar a más personas con más empleos formales que les permitan ahorrar para el retiro y tener coberturas de seguridad social frente a riesgos”.
En el caso de El Salvador, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) indicó a finales de 2023 que tiene la tasa de empleo informal más alta de la región con un 69%, es decir casi 7 de cada 10 personas en el país trabajan en la informalidad.
Mientras que la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) 2022, la última que divulgó el gobierno salvadoreño en 2023, reflejó que por cada 100 personas ocupadas que residen en el área urbana 58 laboran en el sector formal y 42 en el sector informal.
Al ver las estadísticas por género, de cada 100 hombres ocupados en el área urbana, 38 estaban en el sector informal y en el caso de las mujeres, por cada 100 ocupadas eran 47 trabajando en el sector informal.
“El Sector Informal es el segmento del mercado de trabajo compuesto por: asalariados y trabajadores familiares, ocupados en establecimientos de menos de cinco trabajadores; trabajadores por cuenta propia y patronos de empresas con menos de cinco trabajadores en ocupaciones que no son profesionales, técnicas, gerenciales o administrativos”, detalla la encuesta gubernamental.
En ese sentido, el estudio del BID incluye recomendaciones de políticas para mejorar la calidad del empleo cultivando y fortaleciendo las habilidades de la fuerza laboral, entre otras.
Peores empleos para las mujeres y para los jóvenes
Las mujeres de América Latina tienen empleos de peor calidad que los hombres con una brecha de 16 puntos en el Índice de Mejores Trabajos, señala el BID.
El estudio refleja importantes brechas en los mercados laborales de la región.
“De 2010 a 2022, el Índice de Mejores Trabajos para las mujeres creció a una tasa de 0.8% anual. A ese ritmo, el Índice para las mujeres tardaría más de 47 años en alcanzar el nivel de calidad y cantidad del empleo que tienen los hombres para 2022”, revela el estudio.
En este segmento, El Salvador aparece en la casilla 13 de 17 países, es decir que la brecha laboral entre hombres y mujeres en el país es mayor a la de otras naciones de América Latina.
“Es importante destacar que los países con menor brecha de género en el Índice de Mejores Trabajos son Uruguay, Argentina y Perú, mientras que aquellos con mayor brecha de género son El Salvador, Costa Rica y Guatemala”, dice en el informe.
De acuerdo a la Encuesta de Hogares de 2022, el salario promedio mensual a nivel nacional fue de $377.86; sin embargo, los hombres ganaron en promedio $403.99 mensuales y las mujeres $344.01, registrando una diferencia salarial de $59.97 a favor de la población masculina.
Asimismo, reflejó que la tasa de participación global de la fuerza de trabajo del país fue de 80.8% en hombres y 48% en mujeres. “Lo anterior denota una brecha significativa entre hombres y mujeres, lo cual determina las cargas laborales en otros espacios como el hogar o en empleos precarios para el caso de las mujeres”, apunta la encuesta.
Por razones como esas, el BID plantea que la brecha de género en el índice que han elaborado “es un aspecto crucial” para considerar por quienes son responsables de las políticas públicas y por los actores del mercado laboral en América Latina para elevar la calidad del empleo.
Otro sector de la población que tiene empleos de peor calidad son los jóvenes en relación a los adultos con una brecha de 15 puntos, según el informe del BID.
“Al desglosar la brecha entre jóvenes y adultos por componentes del Índice de Mejores Trabajos, se observa que la disparidad es más pronunciada en el componente de calidad que en el de cantidad”, se explica en el documento.
La dimensión de cantidad está compuesta por dos indicadores: la tasa de participación laboral y la de ocupación.
El banco destaca que los países con menor brecha entre jóvenes y adultos son Costa Rica, El Salvador y Brasil, mientras que aquellos con mayor brecha son Argentina, Perú y Uruguay.
Según el informe Índice de Mejores Trabajos 2024, la evolución de la calidad del empleo ha sido lenta desde 2010 y, al ritmo actual de crecimiento, llegar a unos 70 puntos tomaría casi 48 años.
Y en relación a la cantidad ha tenido un comportamiento más o menos estable con una caída en 2020 producto de los efectos de la pandemia en el empleo, pero se recuperó en 2022, destaca el BID.