Las empresas centroamericanas, entre ellas las salvadoreñas, deberán cumplir antes de 2026 con nuevas reglas establecidas bajo el Pacto Verde para poder exportar sus productos a Europa.
Si los exportadores no se adaptan a esas normativas, lo cual implicaría aumentar sus costos, no podrán llevar sus mercancías a esos mercados, explica una experta.
“Esto significa que las empresas centroamericanas que exportan productos a la Unión Europea pueden enfrentar mayores costos y requisitos de cumplimiento para asegurar que sus productos cumplan con los estándares ambientales europeos, y deben de realizar estas acciones antes de 2026, de no hacerlo, no podrán continuar exportando a la UE. Esto incluye tanto a empresas en régimen ordinario como en Zonas Francas”, detalla Carolina Palma, socia de Impuestos y líder de Comercio Internacional de la empresa EY Centroamérica, Panamá y República Dominicana.
Uno de los aspectos clave del Pacto Verde Europeo que afecta directamente a las empresas en Centroamérica es el Mecanismo de Ajuste en Frontera de las Emisiones de Carbono (MAFC), el cual implica un gravamen sobre determinadas importaciones intensivas en emisiones provenientes de fuera de la Unión Europea, señala la firma EY en un reciente análisis de las implicaciones.
¿Qué sectores serán afectados?
La especialista menciona algunos ejemplos de casos en los que el Pacto Verde puede repercutir en las compañías de la región.
Por ejemplo, una empresa que exporta dispositivos médicos a la Unión Europea y lo realiza en un empaque determinado tendrá que evaluar los materiales que utiliza y realizar un reporte de sus proveedores para el bloque de países europeos.
Añade que en el sector agroalimentario, particularmente los cultivos de café deberán de reportar sus producciones a los importadores en la UE, además de auditar y certificar que están en cumplimiento con estándares ambientales, sin deforestación, laborales y regulaciones jurídicas.
La experta también apunta que los exportadores de cualquier producto que incorporen madera tendrán que reportar, exactamente de la misma forma que los cafetaleros, que sus productos fueron producidos sin deforestación y en cumplimiento legal.
Asimismo, dice que los productores agrícolas con exportaciones a la UE deberán velar porque sus productos cumplan con las nuevas regulaciones de productos bajos en pesticidas.
De acuerdo a EY, las empresas en Centroamérica también se van a ver presionadas por sus propios clientes y socios comerciales en la Unión Europea para que demuestren un compromiso con la sostenibilidad y reduzcan su huella de carbono.
“Entre los desafíos, puede requerir inversiones en energías renovables, adopción de prácticas empresariales más sostenibles y una mayor transparencia en la cadena de suministro. Sin embargo, también ofrece oportunidades para las empresas en Centroamérica, ya que les permite adaptarse rápidamente a las demandas del mercado europeo. Ofrecer productos y servicios que cumplan con los estándares ambientales tendrán una ventaja competitiva”, explica Palma.
De hecho, indica que la transición hacia una economía más verde puede estimular la innovación y abrir nuevas oportunidades de negocio en sectores como las energías renovables, la eficiencia energética y la economía circular.
Ante ello, Palma considera que con un debido acompañamiento las empresas pueden adaptarse y abrazar la sostenibilidad, ya que a nivel mundial hay un interés cada vez más fuerte en tomar acciones contra el cambio climático.
En ese sentido, la empresa EY está apoyando una serie de proyectos alineados a capacitar a todos los sectores en el Mecanismo de Ajuste en Frontera de las Emisiones de Carbono con campañas de sensibilización, así como en el envío de formularios solicitados por los importadores en la UE, la revisión de la cadena de suministro, evaluaciones de impacto y riesgo, además de modelización de escenarios, auditoría de cumplimiento, configuración del cumplimiento, entre otros procesos.