Hace 102 años, el 20 de abril de 1922, nació en El Salvador Morena Guadalupe Celarié Noriega, quien se convertiría en la gran promotora del ballet folclórico en El Salvador: Morena Celarié (1922-1972).
En 2024, exalumnos, bailarines y admiradores de la también maestra normalista se dieron cita en el Palacio Tecleño de la Cultura y las Artes, para recordar y revivir el inmenso legado que la talentosa bailarina heredó a su amado El Salvador.
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Al frente de la actividad, se colocó Lilian Jovel de Oviedo, quien fue una de las integrantes del grupo de ballet folclórico fundado por Celarié en 1961 -con el auspicio del Instituto Salvadoreño de Turismo (ISTU)-, y German Jaime Paz, maestro de danza y fiel promotor de la vida y obra de la "Morena de Cuscatlán".
Al filo de las 4:30 de la tarde, inició el acto conmemorativo, entre aplausos y anhelos. Antes, los asistentes tuvieron la oportunidad de admirar fotografías de Celarié y sus alumnos que fueron colocadas en uno de los pasillos del palacio.
Las imágenes forman parte del archivo sobre la bailarina y su obra que heredó el Indio de Cuscatlán, Vicente Aguiluz (1937-2022), quien fue su primer bailarín y quien en vida batalló para visibilizar el legado de su maestra entre las nuevas generaciones.
Dicho archivo está en manos de Paz, quien se enamoró de la precursora del ballet folclórico en El Salvador y decidió acompañar a Aguiluz en su cruzada por Morena desde el año 2012.
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La tarde de ese sábado de abril, el también docente del Centro Escolar España de San Salvador sonreía emocionado al ver que el esfuerzo de años dio fruto y que pronto, el país volverá a disfrutar de algunas de las coreografías originales que Celarié bailó junto a su grupo de danza, dentro y fuera de El Salvador.
En efecto, el sueño de Aguiluz y Paz, se ha hecho realidad. Una de las bailarinas del ballet fundado por Celarié, De Oviedo, decidió juntar a un grupo de bailarinas y crear el Ballet Morena Celarié.
Junto a ellas, muchas exalumnas de De Oviedo, trabaja duro para recuperar algunas de las piezas creadas por su mentora para visibilizar su legado y que las nuevas generaciones "bailen lo nuestro", como tanto pregonó la "Morena de Cuscatlán". Lo está haciendo tras sobrevivir a un cáncer de mama que se le extendió a los huesos en 2020.
La buena noticia la dio ella, en medio del acto conmemorativo, en el que Paz ofreció la conferencia sobre Celarié que tanto expuso junto al maestro Aguiluz, antes de que De Oviedo y sus alumnas presentarán el vestuario creado por Morena para el ballet "La Suaca", cuya música original fue creada por el salvadoreño Cándido Flamenco, conocido como "El maestro del folclor".
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Junto a Celarié, Flamenco y Lito Barrientos fueron esos tres mosqueteros que sumaron talento en pro de la danza folclórica salvadoreña y juntos crearon una diversidad de piezas que se presentaron en suelo cuscatleco, como en distintos países de la América y Europa.
Vale destacar que entre los invitados especiales, figuraron exintegrantes del primer grupo de ballet de Celarié -Óscar Marroquín, Vilma Jovel, Mirna Sosa, Manuel Tobar, Alejandro Oviedo y Gustavo Granadino- y el hijo del maestro Cándido Flamenco, Ernesto.
En su disertación, German Jaime Paz compartió datos biográficos de la homenajeada y enfatizó en que ella, antes de crear sus coreografías, investigaba y reflexionaba para imprimir a sus danzas la identidad del pueblo salvadoreño.
Para explicarlo mejor, De Oviedo presentó con orgullo el vestuario antes citado, explicando toda la simbología que posee, mientras un grupo de bailarinas presentaba parte de los pasos originales. "La Suaca" es una coreografía que resalta el papel fundamental de la familia.
"... ella siempre soñó y dijo: me gustaría que esta (La Suaca) fuera la danza nacional del país, porque la coreografía que ella montó con la pieza musical de don Cándido, ella, en síntesis, da a conocer la importancia de la familia", resaltó Paz durante la conferencia.
De Oviedo, en un estilo muy poético, describió el vestuario de "La Suaca": el vestido es de manta blanca y el tapado en la cabeza es color azul, emulando a la bandera salvadoreña. La falda tiene objetos típicos bordados y en la blusa, se destaca una rama de café.
"Y quién lo ha bordado: cada una de ellas (las bailarinas). Así mostramos la laboriosidad de la mujer salvadoreña. Eso era lo que Morena decía. Cada una de nosotras bordaba su traje...", recordó Lilian de Oviedo.
Las bailarinas también portan tres sombreros sobre su cabeza: "... que (la madre salvadoreña) los ha comprado en el mercado para proteger a su familia", recitó la exalumna de Celarié. Porque la mujer cuscatleca vive para proteger su hogar, su prole, su familia.
Luego del explicar la simbología, las bailarinas danzaron parte de la coreografía que en estos momentos se ensaya para presentarla próximamente a todos los salvadoreños.
En la actividad, también se ofrecieron gratitudes a todos los que de alguna forma están batallando para mantener vivo el legado de Morena Celarié. A la maestra De Oviedo, se le entregaron dos ramos de rosas, uno rojo y otro blanco.
En ese momento, German Jaime Paz recordó que en una de sus visitas a Costa Rica, a Morena se le regaló una rosa blanca y se le bautizó como "Morena de Cuscatlán".
Asimismo, Paz leyó un soneto que Vicente Aguiluz dedicó a su amada Morenita.
Tanto De Oviedo como Paz resaltaron que todos los grupos de danza folclórica que han existido y que hoy se mantienen activos son el fruto del trabajo realizado por su maestra, al igual que cada coreografía folclórica presentada dentro y fuera del país, promoviendo la identidad de El Salvador. BAILANDO LO NUESTRO.