S&P Global Ratings mantiene en firme la calificación de riesgo soberano de El Salvador por los “persistentes riesgos fiscales”, en su más reciente informe.
La agencia es la primera en pronunciarse tras el anuncio de que El Salvador saldría, por primera vez en 4 años, al mercado internacional para conseguir financiamiento, concretamente para la recompra de bonos.
La agencia, por tanto, mantiene la calificación de El Salvador en "B", con perspectiva estable. Esta se asigna a los soberanos con grado especulativo: estos tienen capacidad de cumplir sus obligaciones, pero son vulnerables a las condiciones económicas y financieras.
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“Las perspectivas estables indican que nuestra visión de riesgos equilibrados entre el alivio fiscal de mitad de período de El Salvador del proceso de refinanciación de la deuda iniciado en 2022, y los persistentes riesgos fiscales y de deuda, ya que los pagos del servicio de la deuda siguen siendo altos y las alternativas de financiamiento son algo limitadas”, explicó la agencia en un comunicado.
Que la agencia mantenga la calificación es un primer revés para el Gobierno de Nayib Bukele, pues en la emisión de bonos por $1,000 millones, debe lograr que al menos dos de estas entidades la mejoren. Si no lo hace, tendrá que pagar a los inversores un 0.25 % de interés en los primeros seis meses.
Tras 18 meses, si las condiciones siguen iguales, este aumentará en un 4 %. Es decir que el gobierno tendrá que cancelar a sus acreedores el 16 % extra de su inversión.