La Galería de Espejos de Versalles y una canción de Los Beatles, The Fool on the Hill (“El tonto de la colina”), se nos viene a la cabeza al examinar la situación en muchos países y diversas dictaduras indistintamente de su tamaño o malignidad… todas causan sufrimientos, persiguen a muchas personas inocentes o culpables y todas, llegado el momento, van a desaparecer.
“Espejo… espejo en la pared… dime ¿cuál es la más bella?” preguntaba la madrastra de Blanca Nieves, aunque de seguro la interrogante se responde por sí sola: nadie es “más bello” que el déspota, nadie le supera en inteligencia, gracia, belleza física hasta que la ilusión de golpe y porrazo se desvanece.
“Mientras más alto se encumbra a alguien sin particulares méritos, más fuerte es la caída, el despertar a la realidad…”.
Pero mientras el momento llega, contemplarse en el espejo, admirar sus imaginarias y sobresalientes cualidades… en su imaginación esa imagen esplendorosa la ven todos y la admiran todos y muy especialmente los genuflexos, los que caen de rodillas al paso del magnífico sobre la tierra…
Como contrapartida ¿qué nos dice la canción de Los Beatles sobre “The Fool on the Hill”?
El pobre ser es ciego frente al majestuoso paisaje que tiene al frente, a los amaneceres cuando “ya la aurora de sonrosados dedos asomaba al oriente”, al fulgurante sol del medio día, a los esplendorosos atardeceres, a la imponente belleza de negros nubarrones anunciando una tormenta, con el trasfondo de Zeus enviando rayos desde el Olimpo…
Al dejar atrás la Galería de los Espejos con la sola imagen repetida un número infinito de veces, de pronto la maravillosa diversidad del mundo, el orden espontáneo que la libertad y la democracia brindan a todos los seres humanos en aquellos sitios donde reina y que permite que cada pueblo desarrolle su propia cultura, modos de ser, su gastronomía, sus normas de ocio.
Los hombres de bien deben convivir y no ser los lobos de otros hombres
La libertad rechaza la persecución pero asimismo se ordena para dar a cada uno la posibilidad de desarrollar sus cualidades y, como reza la Constitución de Estados Unidos, labrar su propia felicidad mientras no interfiera con la libertad y los derechos ajenos.
El “orden espontáneo” hace que cada persona, comunidad y nación puedan desarrollar siguiendo sus deseos, su historia y las diversas fuerzas que se presentan, incluyendo antagonismos y rivalidades.
Una cultura que por milenios se desarrolló sin verdaderos antagonismos externos fue la egipcia, que logró una convivencia frente a los pueblos mesopotámicos; la civilización se construyó con los aportes de ambos hasta que tribus arias invadieron Europa y el curso de la historia cambió.
La civilización actual se fundamenta en el Orden Jurídico romano y el Orden Moral cristiano, que es la base de las democracias y el surgimiento de la Europa actual, que es un ejemplo de convivencia y creatividad.
Pero como enseñó San Juan en el Apocalipsis, junto al bien, a la enseñanza del Mesías, surge el mal, lo que obliga a las personas escoger el camino de la razón, de la belleza, de la convivencia, de la alegría….