El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial han publicado el informe: “El aprendizaje no puede esperar: Lecciones para América Latina y el Caribe a partir de PISA 2022”, en el cual afirman: “Tres de cada cuatro jóvenes de 15 años en los países en América Latina y el Caribe no pueden demostrar habilidades matemáticas fundamentales. Uno de cada dos no logra habilidades mínimas de lectura”.
Estos datos alarmantes comprometen el bienestar y la productividad; en efecto, según Jaime Saavedra, director de Desarrollo Humano del Banco Mundial para América Latina y el Caribe: “El mundo se está moviendo a una gran velocidad y no hay tiempo que perder. Debemos ayudar a cada estudiante a desarrollar las habilidades que necesitan para prosperar”. Además señaló: “los mejores maestros, los métodos de enseñanza efectivos y la integración de la tecnología en el proceso de enseñanza son clave para asegurar que los niños y jóvenes de la región avancen en sus trayectorias de aprendizaje de manera exitosa”.
Mercedes Mateo, jefa de Educación del BID, añade: “el rendimiento de los estudiantes en matemáticas está por debajo de lo que los niveles actuales de inversión predicen en toda la región. Necesitamos invertir más pero también lograr más con cada dólar gastado, y dirigir las intervenciones para alcanzar a los estudiantes más desfavorecidos. Si estas persistentes brechas de aprendizaje no se abordan rápidamente, los jóvenes carecerán de las habilidades necesarias para tener éxito en un mercado laboral en rápida evolución”.
Ahora bien, los resultados de la prueba PISA -y también los datos de la prueba ERCE -Estudio Regional Comparativo y Explicativo- revelan que hay un muy bajo desempeño en Matemáticas, y como lo hemos anotado cientos de veces: “los estudiantes conocen, pero no comprenden ni aplican lo que saben”
Las matemáticas son fundamentales para el desarrollo intelectual y cognitivo de los niños (as). Aporta las bases lógicas para razonar ordenadamente y contar con una mente preparada para el pensamiento analítico, la crítica y la abstracción.
¿Dónde está el problema…?: en el enfoque pedagógico: se enseña para pasar exámenes; se enseña con mecanismos memorísticos y repetitivos; y no se enseña aplicando los conocimientos a la vida real.
Cada contenido curricular que está en los programas de estudios o en los libros de texto y que el docente incorpora en la planificación debería responder a esta pregunta fundamental: ¿Para qué le sirve este aprendizaje en la vida real?; si no podemos responder a esta cuestión no se debería enseñar.
Aprendemos “Álgebra” para hacer más sofisticada nuestra decodificación cerebral simbólica y así comprender las estructuras y reglas generales que gobiernan las operaciones aritméticas y las relaciones numéricas, utilizando símbolos y letras para representar cantidades desconocidas o variables. Pero también para hacer presupuestos, facturación, cálculo de costos, aplicaciones químicas, entre otras actividades cotidianas.
Aprendemos Geometría no sólo para entender las longitudes, áreas, formas y dimensiones; en arquitectura, ingeniería y diseño gráfico, la geometría guía la creación de estructuras estéticas y funcionales. Además, en campos como la física teórica, la geometría se convierte en una herramienta esencial para describir y comprender fenómenos complejos, como la curvatura del espacio-tiempo en la teoría de la relatividad. Pero también para medir o calcular cuánto material necesitamos para construir o pintar una habitación.
Aprendemos Cálculo para explorar el cambio y la continuidad y entender cómo las cantidades evolucionan con el tiempo. En física, el cálculo se utiliza para modelar el movimiento de partículas, describir fenómenos ondulatorios y prever el comportamiento de sistemas dinámicos. En economía, se aplica para optimizar procesos y tomar decisiones estratégicas. Así, el cálculo se convierte en una herramienta poderosa para analizar y comprender fenómenos en constante cambio en diversas disciplinas. Por ejemplo se utiliza en pronósticos meteorológicos, en informática o en epidemiología.
Aprendemos Estadística porque es una disciplina crucial en el ámbito del análisis de datos, va más allá de la simple recopilación de información. Al explorar conceptos como la probabilidad y la inferencia estadística, nos ayuda a descubrir patrones y tendencias ocultas en conjuntos de datos. En medicina, la estadística se utiliza para evaluar la eficacia de tratamientos y predecir la propagación de enfermedades. En la sociología, ayuda a comprender tendencias demográficas y patrones de comportamiento. Así, la estadística se convierte en una herramienta esencial para tomar decisiones informadas en una variedad de campos.
Veamos dos casos de aplicación de contenidos matemáticos en Ciencias de la Salud:
Las fuerzas vectoriales que se enseñan en Ciencias Naturales (Física) en educación media y que nadie sabe para que se aprende ese contenido, se aplican en Ortopedia y Traumatología (Punto de aplicación, Dirección, Sentido y Magnitud) para tratar fracturas: Tracciones de Buck, de Bryant, de Quigley, de Russell, para para inmovilizar, colocar y alinear huesos.
Los pacientes pediátricos forman parte del grupo de población de sujetos con mayor riesgo de padecer errores de medicación. La incidencia de estos eventos en los servicios neonatales oscila entre 13 y 91 errores de medicación por cada 100 admisiones. El cálculo integra: Dosis (mcg/kg/minuto u hora) x peso (kg) x 3 o por 50; sobre ritmo deseado cada hora = mg de droga a diluir hasta 50 ml de suero.
Pero no esperemos que los niños (as) lleguen a la universidad para que se den cuenta para que sirven lo que estudiaron en educación básica y media; de hecho sólo 1 de cada 10 podrá caer en la cuenta de la utilidad de lo aprendido. Los docentes desde primer gado en adelante deberían procurar aplicar cada contenido enseñado a la vida real, para que no sólo “conozcan”, sino que además “comprendan” y “apliquen” lo que saben.
En el año 2000, el Programa de Promoción de la Reforma Educativa en América Latina, Inter-American Dialogue (PREAL) publicó el informe “Mañana es muy tarde”; en el 2001 publicó “Quedándonos atrás”; y en 2003 “Es hora de actuar”. Sigue siendo tarde, seguimos quedándonos atrás y aún no actuamos, el sistema está intacto. ¿Podemos esperar que algo cambie o mejore?, sigue siendo válido el eslogan de la reforma educativa de 1995: Educación es la solución…
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Investigador Educativo/opicardo@uoc.edu