Deseo dedicar mi artículo a una persona que muchas veces olvidamos y dejamos sola. Me refiero a Nuestro Señor Jesucristo, ya que Él es nuestro mejor amigo que a pesar de todas nuestras ofensas dio su propia vida en la cruz para nuestra redención, perdonándonos y siendo misericordiosos con nosotros los pecadores.
¿Acompañamos como buenos amigos a Jesús durante Semana Santa, en su pasión, muerte y resurrección, o le damos la espalda, nos olvidamos de Él y nos vamos de vacaciones?
A pesar de tanto amor que Jesús nos tiene, nosotros muchas veces le damos la espalda, por ejemplo cuando tenemos al dinero o el placer como un dios, cuando preferimos la playa o Disney y no vivimos la Semana Santa, cuando cometemos cualquier tipo de pecado, cuando no amamos a Dios y nuestro prójimo.
Les quiero recordar un poco sobre lo vivimos en el Triduo Pascual o el camino de la Pasión, Muerte y Resurrección de nuestro Señor Jesucristo:
Jueves Santo: Jesús nos da un gran regalo, como lo es la Institución de la Eucaristía en la Última Cena con sus discípulos, antes de sentir la agonía y orar en el Huerto de Getsemaní, más noche lo agarran preso y se queda solo.
Es tiempo para que lo acompañemos como verdaderos amigos, por ejemplo, viviendo la Santa Eucaristía de ese día como si fuera la última, quedarnos un rato en la adoración del Santísimo Sacramento del altar, orar por los sacerdotes y el Santo Padre y muchas cosas más.
Viernes Santo: Jesús vuelve a vivir de manera mística su condenación, la Pasión, el camino al Gólgota con la cruz, la Crucifixión y muerte por nuestros pecados.
¿Qué podemos hacer para acompañar a Jesús el Viernes Santo? Vivir y reflexionar el Vía Crucis y las horas de la Pasión, asistir a los oficios litúrgicos de la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo; hacer el ayuno y abstinencia de carne o de un gusto personal por amor a Él y no por apariencias; ver y meditar la película “La Pasión de Cristo “ además de orar mucho y aceptar nuestras cruces diarias.
Sábado Santo: día de luto, de acompañar a nuestra Madre, María, quien vuelve a vivir de manera mística la muerte de su Hijo injustamente por nuestros pecados; es el paso de las tinieblas a la luz de la Resurrección; es un momento para poder reflexionar sobre nuestra vida y lo que tenemos que cambiar para ser mejores amigos de Jesús.
Por la noche del sábado y madrugada del domingo vivimos la celebración litúrgica más importante para nosotros como lo es la Vigilia Pascual, en la cual resucita Jesús para liberarnos de las tinieblas, la muerte, ser luz, nuestro camino al cielo, para nuestra redención y sobre todo para quedarse con nosotros para siempre en los sacramentos hasta el fin del mundo.
Domingo de Resurrección: es un día festivo y alegría porque ha resucitado Nuestro Señor Jesucristo, iniciamos la pascua que nos recuerda los 50 días que Jesús resucitado pasó con los discípulos antes de su ascensión al cielo y enviar al Espíritu Santo.
La Semana Santa es un excelente tiempo para meditar o reflexionar lo siguiente: ¿cómo está nuestra alma y vida? ¿Somos agradecidos con Dios y su hijo Jesús? ¿Soportamos nuestras cruces diarias con amor? ¿De qué debemos convertirnos o cambiar? ¿Le hemos dado la espalda o negado nuevamente en esta Semana Santa?
Licenciado en Turismo.