El crecimiento sostenido que las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) registran desde hace años en Europa ha hecho sonar las alarmas entre las autoridades sanitarias del continente.
Los últimos informes sobre estas dolencias, elaborados por el Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades (ECDC), correspondientes al año 2022, revelan “un aumento preocupante en los casos de sífilis, gonorrea y clamidia, lo que indica una necesidad apremiante de mejorar la prevención, el acceso a las pruebas y los tratamientos eficaces para abordar este desafío de salud pública”, sostiene el organismo en un comunicado.
Sin embargo, El Salvador no está exento de que sus estadísticas aumenten sustancialmente ante el desborde que ha traído una libertad sexual desmedida, en parte ante el anonimato de las redes sociales, donde encontrar pareja resulta de lo más sencillo.
Las relaciones sexuales se están dando en una población de jóvenes que apenas entran a la adolescencia que parece que para ellos, el sexo no es más que un juego, sin saber ni por cerca el riesgo que corren pues así como se trasmite una infección por clamidias, así se transmite una infección por el H.I.V.
Abordar este aumento sustancial de los casos de infecciones de transmisión sexual exige atención urgente y esfuerzos concertados. Las pruebas, el tratamiento y la prevención son el centro de cualquier estrategia a largo plazo. Debemos priorizar en #Educación Promoción y #Prevencion,sobre salud sexual, ampliar el acceso a pruebas y tratamientos, y combatir el estigma asociado con las infecciones de transmisión sexual. Promover el uso de la educación y promoción de la salud desde las escuelas en un esfuerzo conjunto entre Ministerio de Salud y Ministerio de Educación y fomentar el diálogo abierto sobre las enfermedades de transmisión sexual puede ayudar a reducir las tasas de transmisión.
Nuestra sociedad lamentablemente estigmatiza a cualquier persona que adolezca de alguna enfermedad de transmisión sexual, y no es fácil para el paciente acarrear con ese señalamiento social; es por eso que, el sector salud tiene una ardua labor por hacer y que, desde el nivel local, la educación continua se dé a conocer a las personas que cualquiera puede contraer o ser portador de una infección de transmisión sexual y creo que lo único que puede evitar tan desmedida alza, es la educación.
No es fácil pues el estigma de ser portador de una enfermedad, no hay nadie exento a contraer una enfermedad, y no esperar a que el paciente nos visite, es el equipo de salud quien debe buscar al paciente.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada día se registra cerca de un millón de nuevos casos de enfermedades de transmisión sexual (ETS) consideradas “curables”.
Eso se traduce en que cada año, a nivel global, se presentan 376 millones de nuevos casos de cuatro infecciones en particular (antes conocidas como enfermedades venéreas): clamidia, gonorrea, tricomoniasis y sífilis.
“Sólo la sífilis causó aproximadamente unas 200.000 muertes fetales y de recién nacidos en 2016 a nivel mundial —el último año para el que hay datos actualizados al momento—, lo que la convierte en una de las principales causas de pérdida de bebés a nivel mundial, según la investigación”.
Llama poderosamente la atención el altísimo número de muertes fetales. Considero que la estrategia nacer con cariño ayuda mucho en este caso específico, por tanto, debemos estar alerta y que la educación es el pilar fundamental para combatir lo que sería a corto plazo, una pandemia de enfermedades de transmisión sexual.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) afirma que las infecciones de transmisión sexual (ITS) se propagan predominantemente por contacto sexual, sean relaciones sexuales vaginales, anales u orales. Algunas también pueden transmitirse por otros medios distintos del contacto sexual, como a través de la sangre o productos sanguíneos. Muchas infecciones de transmisión sexual incluidas la clamidiasis, la gonorrea y principalmente la hepatitis B, la infección por el VIH y la sífilis también pueden transmitirse de madre a hijo durante el embarazo o el parto.
Nuevamente debo insistir que la primera escuela donde se le debe enseñar al niño, al adolescente lo que se refiere a educación sexual es el hogar, somos los padres los que debemos ser “reeducados” para que así, podamos, educar a nuestros hijos sobre los riesgos de contraer cualquiera sea la infección de transmisión sexual.
Médico