Llegó la primera fecha FIFA de 2023, que comenzará con un duelo inédito entre la selección de El Salvador y su similar de Bonaire, en un partido que no es válido para el ranking FIFA, con lo que el técnico David Dóniga Lara tendrá la oportunidad de probar a muchos elementos de cara al futuro y, eventualmente, romper la pésima racha de 19 partidos consecutivos sin ganar para la Selecta. Su último duelo en el Audi Field de Washington terminó en derrota 1-4 para los nacionales ante Perú en 2022.
El cuadro Azul y Blanco llega a este juego con un equipo que se ha ido remendando sobre la marcha por las visas estadounidenses, que no le salieron a dos de los jugadores, mientras otros tres siguen esperando que se las den para viajar, aunque sería casi imposible que vean minutos este día.
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Con los que están, Dóniga ya entrenó lunes y ayer, sin embargo, de entrada no se prevé la participación de Mario González y Bryan Tamacas, que han salido con lesiones de las prácticas, debido al frío que se está dando en los Estados Unidos, con temperaturas que rondan los cinco grados centígrados, clima que tendría que mejorar para la hora del partido, hoy en la tarde.
Esto en contraposición con la eventual participación del jugador de LAFC Nathan Ordaz y el exSub-20 con Nicaragua, que juega en el Cádiz, Francis Castillo, quienes podrían ver minutos ya que este partido no es oficial para la FIFA.
El técnico de la Azul y Blanco ha sido concreto en sus palabras y expresó en declaraciones retomadas por la Fesfut que “la idea ya está plantada, ya se vio al rival, hoy (ayer) se prepararon algunas situaciones al ataque, tenemos dos partidos más, hay muchos objetivos en este ganar, todos los chicos que no han venido nunca podrán entrenar sobre nuestro sistema e ir mejorando partido a partido”.
“La acogida ha sido calurosa con toda la organización y toda la estructura de trabajo que tenemos, que facilita la adaptación de los chicos y que da gusto venir con la ilusión de aportar a la selección para que en los próximos partidos logremos la victoria y que la gente pueda tener la ilusión de vernos crecer”, explicó.
La selección del rival tiene como meta, en principio, que El Salvador deje atrás los 21 meses sin victoria que acumula después de lo hecho ante Granada por la Liga de Naciones de Concacaf y que esto motive al grupo previo a los partidos ante Argentina y Honduras, que ya son oficiales, lo que significa que Dóniga tendrá que usar de mejor manera a sus jugadores.
Por otro lado, el volante Jairo Henríquez, quien al ser duelos en territorio estadounidense no tiene problemas en sumarse, mientras realiza sus trámites legales, valoró la oportunidad de ser visto por el técnico.
“Es un grupo bastante nuevo para mí, muchos jugadores con los que no había entrenado, estamos conversando con ellos, hablar con el profe sobre lo táctico y la idea que tiene con cada jugador, así como el adaptarme rápido y hacer bien las cosas para sumar minutos”, indicó.
De Bonaire no se sabe casi nada, salvo que tienen un jugador en la primera división de los Países Bajos, que es Quincy Hoeve y otro en divisiones inferiores, como Gio-Renys Felicia, exjugador de Curazao. Algunos jugadores del cuadro caribeño llegaron en las últimas horas de ayer tras un retraso con su vuelo de conexión.
Este partido será de exhibición y el resultado se debe medir en esa circunstancia, lo bueno llegará el viernes en Filadelfia ante los campeones del mundo.
En cuanto a duelos de este tipo, El Salvador tampoco tiene una hoja positiva en el presente cercano, ya que de los últimos 10 que se han realizado en periodo no FIFA o contra rivales que no cuentan para el ranking de selecciones, la Selecta solo ha ganado uno de ellos, ha empatado cuatro (Inter Miami, dos veces con Curazao y Ecuador), así como tiene cinco derrotas (Costa Rica, Nicaragua, Guatemala, Chile y Bolivia).