El de la Inversión Extranjera Directa (IED) es uno de los peores indicadores de la gestión de Nayib Bukele. Como ya se ha apuntado en trabajos anteriores, cayó en un 56 % respecto a la de su predecesor, Salvador Sánchez Cerén.
Y responsable de buena parte de ello es la inseguridad jurídica generada porque las decisiones ahora las toma un solo poder del Estado, el Ejecutivo, desde que la Asamblea Legislativa afin dio un golpe de Estado a la Corte Suprema de Justicia con la remoción de toda la Sala de lo Constitucional para colocar a magistrados obedientes.
Desde entonces, la Inversión Extranjera Directa ha enfrentado trimestres con importantes cifras negativas, es decir que ciudadanos salvadoreños han invertido más fuera que los de otras naciones en la nuestra. ¿Desde qué países se invierte más en El Salvador? ¿Cuáles han dejado de hacerlo y a cuáles de ellos envían su dinero en mayores volúmenes los empresarios locales?
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El principal origen de IED en El Salvador es Panamá. Desde el tercer trimestre de 2021, desde ese país se han enviado al nuestro en este concepto $333 millones. Curiosamente, es más que el total general de este indicador, que se colocó en $288 millones en ese periodo.
Según explica el economista Luis Membreño, en la práctica no se trata de empresas o personas panameñas invirtiendo en El Salvador, sino sociedades internacionales que cuentan con sus hubs en esta nación, que tiene un régimen de bajos impuestos. Entre estas compañías están muchas de capital colombiano, sobre todo bancos, como Bancolombia o Davivienda.
“Es por eso que se distorsiona el dato, y parece que desde Panamá viene mucho dinero para El Salvador”, comenta Membreño.
Sin embargo, no quiere decir que no venga ni un solo dólar desde la nación canalera. Por ejemplo, hace unos días se anunció que la colombiana Protección venderá su participación en la administradora del fondo de pensiones Crecer, de la que era dueña desde 2011. Quien la adquirirá será el panameño Grupo Financiero Crecer, que también tiene actividad en República Dominicana.
A pesar de su tan alta participación en este periodo, la IED con origen panameño disminuyó mucho respecto a los 8 trimestres anteriores (inicio de la presidencia de Bukele hasta tercer trimestre de 2021), cuando fue de $630 millones: se contrajo en un 48 %.
El otro lado del espectro
¿Cuáles son los países de origen que representan los peores niveles de Inversión Extranjera Directa en El Salvador? El más importante de ellos es uno Europeo, España, que desde el tercer trimestre de 2021 ha tenido una cifra de -$220 millones. ¿A qué se debe un número tan grande?
Según comenta el economista Luis Membreño, podría tratarse de empresarios españoles que se han ido desprendiendo de su participación en compañías salvadoreñas. También, de ciudadanos salvadoreños que están llevando su capital hacia ese país.
Los datos de España resultan interesantes porque, en los 8 anteriores trimestres de la administración Bukele, es decir, de julio de 2019 a julio de 2020, el ibérico era el segundo país de origen desde donde más había venido Inversión Extranjera Directa a El Salvador, con $503 millones, casi el cuádruple que lo que había registrado un país tan relacionado con El Salvador como Estados Unidos.
Es decir que entre esos 8 trimestres y los siguientes 9, esa cifra cayó en unos impresionantes $723 millones de dólares. ¿Qué es lo que ocurrió? ¿La inseguridad jurídica ha ahuyentado con fuerza al capital español?
Las siguientes naciones en el podio de países de origen con los peores números de IED en El Salvador son dos centroamericanas: Guatemala (-$84 millones) y Costa Rica (-$30 millones). Para Luis Membreño, es sorprendente que Guatemala tenga ese número, teniendo en cuenta que desde allí se empezó a invertir en tierras cuscatlecas con fuerza. La realidad es que son más los salvadoreños que llevan su dinero hacia allá.
El caso de Costa Rica es más sencillo de explicar: es un auténtico imán de Inversión Extranjera Directa, tanto que, en 2023, se convirtió en el país en el mundo con este indicador con un mayor porcentaje de participación en su PIB, pues alcanzó el 12.7 %, seguido de Macedonia del Norte, con 11.9 %, y Emiratos Árabes Unidos, con el 11.1 %.
Y El Salvador es el país que menos IED atrae en la región, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Y está muy lejos de sus vecinos. Sobre todo, de Costa Rica. Si se hace una comparativa de ambos países en el periodo de 2019 a 2022, es posible observar que la IED del país tico ( $12,088 millones) fue de casi 11 veces más que la de El Salvador.
Ya está dicho que El Salvador es el país con menor IED en Centroamérica. Para Rafael Lemus, es porque no ha podido aprovechar la reconfiguración en el comercio mundial que se originó tras la pandemia, donde se ha dejado de confiar en un mundo demasiado interconectado (debido a esos tan vistos cuellos de botella de buques en varias zonas), por lo que se ha apostado a proveerse de los mercados más cercanos. Así, Estados Unidos está viendo a países de la región.
Otro punto es que, debido a conflictos como el de Rusia y Ucrania, en el mundo se ha comenzado a echar mano, cada vez más, de socios amigables, es decir, países acreditados. Costa Rica es uno de ellos, por lo que ahora atrae inversión de mucha calidad, sobre todo de empresas tecnológicas y farmacéuticas.
“El Salvador se quedó, de nuevo, fuera. No pudimos aprovechar esa reconfiguración. Aquí solo viene inversión en cuestiones puntuales. Pero nos hemos quedado al margen de lo realmente relevante en cuanto a inversión. Simplemente porque nuestra seguridad jurídica ha dejado de ser confiable”, dice Lemus.