Edwin Samuel Hernández Cali, de 18 años, fue liberado dos meses después que una Cámara de Menores de San Miguel lo absolviera, informó el Socorro Jurídico Humanitario.
La Cámara lo absolvió luego que la defensa presentó una apelación por la condena de 10 años que le impuso el Juzgado de Menores de Usulután por el delito de agrupaciones ilícitas, el 25 de octubre del año pasado, la cual quedó en firme el 16 de noviembre.
“Tras 62 días de tener orden judicial de libertad, y después de la respuesta favorable de un Habeas Corpus por privación de libertad, hoy liberaron al joven Cali de la Isla Espíritu Santo. Gracias al equipo de abogados del Socorro Jurídico Humanitario y del Centro de Intercambio y Solidaridad, CIS” detalla el post del Socorro.
La defensa del imputado presentó el recurso de apelación el 20 de noviembre alegando inconsistencias en las declaraciones de policías y militares que capturaron a Hernández. La detención fue realizada el 3 de julio de 2022 en la Isla Espíritu Santo, en el municipio de Puerto El Triunfo.
Una de las inconsistencias que la defensa señaló en el proceso judicial es que los militares afirmaron que el joven y otros seis hombres fueron capturados cuando estaban reunidos en una cancha de fútbol de la isla. Mientras que familiares de detenidos y una persona que fue liberada relataron que cada uno fue arrestado mientras se encontraban en sus viviendas.
Por otra parte, en una declaración incluida en el proceso un sargento de la Marina, identificado como Ángel Montesinos, afirmó que fue él quien le decomisó un teléfono celular a Hernández, mientras que el agente policial que firmó el acta de captura afirmó que fue él mismo quien extrajo el teléfono de la bolsa del pantalón del capturado.
Asimismo un perito forense ofrecido por la Fiscalía, quien analizó el contenido del teléfono de Hernández, aseguró durante la audiencia que el joven era simpatizante de la MS-13 basándose en una imagen.
La aseveración del perito contradice las acusaciones de los militares y del agente policial que firmó el acta de detención, en la que aseguraron que Hernández junto a otras personas se encargaban de proveer comida a los pandilleros de la 18 Sureños que se encuentran escondidos en los manglares de la zona.
Cámara lo absolvió
Con base en esas incoherencias la defensa del joven condenado, ejercida por abogados del Socorro Jurídico Humanitario y el Centro de Intercambio y Solidaridad, presentó la apelación y aunque la Cámara lo absolvió un mes después, la Dirección de Centros Penales se negó a liberarlo inmediatamente.
En enero de 2024, la defensa presentó un recurso de habeas corpus ante la Corte Suprema de Justicia, además, la jueza ejecutora pidió un informe al Centro de Internamiento de Menores de Ilobasco, pero fue liberado hasta el 12 de febrero a las 2 de la tarde.
“Por todas las incoherencias que decía la sentencia de Primera Instancia se logró la absolución y declararon inocente al joven y entregaron orden judicial de libertad, pero como nunca lo entregaban, la segunda semana de enero pusimos un habeas corpus” explicó Ingrid Escobar, directora del Socorro Jurídico Humanitario.
Para su liberación, el joven fue entregado por el personal del reclusorio a una delegación policial, donde pudo reunirse con su madre y representantes del Socorro Jurídico Humanitario y el Centro de Intercambio y Solidaridad (CIS) las dos organizaciones que apoyaron a la familia con la defensa en el proceso judicial.