Con un equipo inédito y alternativo, El Salvador tuvo una derrota esperable y pronosticada en Costa Rica. Nada tuvo de sorpresiva. Ambos equipos con seleccionados “locales”, y con varias presencias de jugadores que difícilmente vean la luz en juego de eliminatorias, el partido dejó conclusiones para Dóniga y sus colaboradores, de cara a los partidos que importarán por los puntos.
De eso se trataba, de probar jugadores y ver su rendimiento y personalidad en la grama internacional. Con un fútbol en decadencia, el entrenador deberá rasguñar de las piedras para buscar jóvenes con talento que tengan la jerarquía necesaria para vestir la Azul de la selección nacional.
¿La Selecta se mostró como el DT David Dóniga esperaba?
Entre esas elecciones de Dóniga, los jóvenes alternaron más malas que buenas y hubo poca rebelión en el Estadio Nacional de San José. Con un Mario González que sufrió otra vez en el juego aéreo -más allá de que pareció falta en el primer gol-, la defensa nunca dio sensación de seguridad.
La experiencia de Christian Martínez en la mitad de la cancha -bien acompañado por Melvin Cartagena- fue lo más sólido que presentó la Selecta, que generó poco en ofensiva y tuvo serios errores atrás, incluidos los dos goles y otras chances que tuvieron los locales.
Arriba, Mauricio y Esquivel estuvieron desconectados y nunca pudieron pesar en el área, más allá de que pelearon cada pelota, sobre todo Isaac. En el segundo tiempo, los cambios agregaron confusión al equipo, especialmente en la zona baja, y Leo Menjívar volvió a jugar poco, decisión técnica poco comprensible teniendo en cuenta la poca precisión del equipo.
El “paso a paso” que insiste Dóniga está dando -justamente- sus primeros pasos. El Mundial sigue siendo el objetivo y todo suma de cara a las eliminatorias. También este tipo de amistosos.