El gobierno de Guatemala señaló que la mina Cerro Blanco, ubicada en Asunción Mita, Jutiapa, no está operando y que la aprobación del instrumento ambiental no implica que se haya aprobado el cambio de actividad a cielo abierto.
La empresa de capital canadiense Bluestone Resources anunció, el 18 de enero, la activación de su mina en Cerro Blanco tras recibir la supuesta autorización al “Estudio de Impacto Ambiental” el 9 del mismo mes.
Mala Yerba, un proyecto autónomo de periodismo ambiental en la región centroamericana, publicó en su cuenta de X, un documento donde la empresa realizó el anuncio de la supuesta aprobación de la enmienda.
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En el documento, que está en inglés, se lee que “se complace en anunciar que el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Guatemala aprobó la enmienda del permiso ambiental para el proyecto de oro del Cerro Blanco para cambiar el método de minería del desarrollo subterráneo permitido existente al desarrollo de la minería de superficie”.
Dicho anunció activó las alarmas, tanto de ambientalistas extranjeros como de El Salvador, debido al impacto negativo al medio ambiente.
En El Salvador, la preocupación se origina porque la explotación minera se ubica a 15 kilómetros de la línea divisoria con el vecino país.
Además porque, conocedores en el tema, exponen que el vertido de contaminantes, como el cianuro, afectará la quebrada El Tempisque, que desemboca en el Lago Güija, ubicado en Metapán, Santa Ana, y que conecta con el río Lempa.
El gobierno guatemalteco informó esta semana que la aprobación del instrumento ambiental no implica que se haya aprobado el cambio de actividad a cielo abierto.
Dicho anuncio se dio luego que el 24 de enero señalara que un día antes había girado instrucciones para realizar un análisis documental del proceso interno de evaluación y aprobación del expediente,
“Esta solicitud se encuentra aún en fase de análisis y evaluación, por lo que la mina no está operando”, aclaró el gobierno de Guatemala, a través de un comunicado publicado el miércoles en redes sociales.
Además señaló que se ha integrado una Mesa Técnica de Trabajo Interinstitucional para el seguimiento del caso.
En dicha Mesa participa el Ministerio de Energía y Minas, y Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales, que también cuentan con el acompañamiento del Ministerio de Relaciones Exteriores.
El coordinador de la Alianza Centroamericana Frente a la Minería, Pedro Cabezas, ya había aclarado a El Diario de Hoy que que la mina Cerro Blanco aún no recibía la aprobación para su funcionamiento, sino que lo que aprobó la administración del expresidente guatemalteco, Alejandro Giammattei, a través de un equipo técnico del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) del vecino país, fue el aval a la empresa para que siguiera con el proceso de actualización y de estudio de impacto ambiental.
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“Lo que pasó es que la empresa publicó esto de manera prematura y lo hizo público; entendemos que es una forma de posicionarse ante las nuevas autoridades del gobierno guatemalteco y sus accionistas, pero fue de manera prematura porque en realidad no tienen el permiso”, explicó el ambientalista, hace una semana.
Cabezas señaló que los operadores de la mina esperan obtener tres millones de onzas de oro a través de la utilización de ocho toneladas de cianuro al día.
Este es utilizado para extraer las partículas de oro de las rocas y hacerlo viable para la comercialización.
El cianuro, además del arsénico, iría a parar al río Lempa, donde cuatro millones de salvadoreños dependen de esta fuente de agua; otras personas la utilizan para el riego de cultivos, de acuerdo a datos de la Universidad de Virginia Tech.
Mientras que uno de los miembros del Comité Ambiental de Cabañas, Francisco Pineda, dijo que entre las enfermedades que genera este tipo de actividad están las renales, cáncer y deformaciones, ya que los efectos no sólo pueden estar presentes al ingerir el agua contaminada, sino también al bañarse o consumir derivados de animales expuestos a los metales pesados.