En más de una ocasión he propuesto la creación de un ente autónomo (No juez y parte) cuya función primordial sea la acreditación de los centros hospitalarios que funcionan en el país, es decir un organismo que se encargue de avalar, asegurar y garantizar que los nosocomios salvadoreños reúnan las condiciones para ofrecer un buen servicio, tal como ocurre en los países civilizados.
A título de ejemplo, acreditar una Unidad de Cuidados Intensivos de carácter general significa verificar sus dimensiones según norma, su capacidad no exceda el 5% de la total dotación de camas censables. El acceso sea precedido por una antecámara para el control de la contaminación de las personas que entran o salen. Las camas sean especializadas de UCI y cada una provista de monitor de signos vitales y otros parámetros, cervo ventilador, bombas de infusión y accesorios. Disponga de instalaciones para la provisión de oxígeno, vacío, óxido nitroso y tomas eléctricas redundantes. La Unidad disponga de equipo de RX móvil, electrocardiógrafo móvil y carro para paro cardiorespiratorio con sus accesorios. Disponga de pequeña oficina para el Jefe de la Unidad, otra similar para la Jefe de Enfermeras, estar para el Medico Intensivista de turno y Estación de Enfermeras con su área de trabajo, monitor central y espacios para ropa limpia, resguardo de medicamentos, etc. Funcionar de acuerdo a un reglamento y al menos con una enfermera intensivista por cama por turno complementado con personal técnico, administrativo y de apoyo.
En la misma forma como el caso anterior deben acreditarse el resto de dependencias del hospital y como puede observarse lo que se pretende es evitar la transgresión de normativas, las omisiones graves, los remiendos e improvisaciones, en fin todo tipo de situaciones que menoscaban la calidad de la atención al público. En la práctica cotidiana desafortunadamente existen dependencias que funcionan a la buena de Dios, algunas solamente son de nombre, otras carecen de funcionalidad por sobrecarga crónica, espacios altamente congestionados, burocracia galopante, procesos anacrónicos y obsolescencia de los equipos.
Uno de los primeros rubros a examinar son los flujos de su funcionamiento, si por ejemplo existen pasos innecesarios, duplicaciones, cuellos de botella y áreas críticas. No pocas veces estas anomalías causan molestias y reclamos en los enfermos además de sobrecargas en el personal que a su vez crean condiciones para que se cometan errores por fatiga.
¿Existen protocolos actualizados para diagnosticar, tratar, dar seguimiento y usar los productos farmacológicos de escoge? Si la respuesta es afirmativa ¿Cuál es el grado de su cumplimiento en los Servicios Clínicos? ¿Los procesos que cumplen los pacientes para recibir una prestación son eficientes, seguros, con recorridos cortos sin entrecruzamientos y humanizados? ¿Para cuánto tiempo están dando las citas para pasar consulta en Medicina General, especialidades médicas y procedimientos? ¿Se cumplen las normativas (Peruana, Mexicana y otras) en cuanto a las dimensiones, tipo de mobiliario, tecnología del equipamiento, iluminación y ventilación en los diferentes ambientes?
¿Se realizan periódicamente cultivos bacterianos de muestras del piso, muebles y paredes para monitorear la ausencia de bacterias patógenas en las zonas restringidas? ¿Funciona con normalidad el Comité para el Control de las Infecciones Intrahospitalarias? Y ¿cuál ha sido la tasa de ataque de las infecciones nosocomiales en el el último quinquenio?
¿Cuál es el grado de eficiencia del mantenimiento preventivo y reparativo del equipamiento, mobiliario e instalaciones? La importancia del mantenimiento hospitalario es crucial porque una falla de sistemas por ejemplo en quirófanos puede poner en peligro la vida de los pacientes, no se diga la falta de la adecuada calibración de los equipos del Laboratorio Clínico que pueden producir respuestas engañosas que pueden hacer cambiar un tratamiento.
Para completar el análisis es indispensable echar una mirada a la productividad mensual, anual y del último quinquenio por ejemplo en los siguientes rubros: monto de ingresos y diez primeras causas, monto de egresos y diez primeras causas. Porcentaje de ocupación, rotación de la cama y promedio de estancia en días en la hospitalización de Medicina, Cirugía, Pediatría y Gineco Obstetricia. Monto de Cirugías Mayores realizadas, electivas y de emergencia. Monto de partos atendidos, eutocicos, distocicos, cesáreas, legrados y óbitos fetales. Monto de consulta atendida, de Medicina General, Especialidades Médicas y de Odontología. Procedimientos de diagnóstico realizados por RX, Laboratorio Clínico, endoscopias, ultras, Laboratorio de Patología y pacientes atendidos en Medicina Física y Rehabilitación. Mortalidad hospitalaria general y por causa, etc.
Una de las áreas más sensibles es la relacionada con los recursos humanos, al respecto una interrogante relevante es ¿Dispone del personal especializado que corresponde con el nivel de atención del hospital? Además, si bien el eje transversal del funcionamiento es el accionar médico, también tiene su cuota de responsabilidad el personal de enfermería, técnico y administrativo.
Médico