El caos lo valió y si Luis Miguel vuelve a pisar suelo salvadoreño, su fandom azul y blanco vuelve a responder como lo hizo este 30 de enero, en el estadio Cuscatlán.
San Salvador fue testigo del reencuentro del Sol de México y sus admiradores salvadoreños, en un espectáculo que movilizó a sus leales seguidores de diferentes partes del territorio nacional y de otros países.
Luismi iluminó a los salvadoreños que atestaron el Coloso de Monserrat para disfrutar de su Tour 2024.
Por sexta ocasión, la estrella de la música arrasó en tierra cuscatleca y cautivó con su talento y carisma.
La fanaticada llegó con sus mejores atuendos, camisetas alusivas al artista, sombreros, vinchas y mucho más, todo para reencontrarse una vez más con su ídolo.
No faltó ninguna de las señas que identifican al artista, desde sus característicos movimientos, gestos y bailes sobre el escenario hasta sus temas más conocidos, que fueron del bolero a la balada, pasando por el pop o el mariachi.
Luis Miguel apareció a las 9:00 pm en el escenario al tiempo que un gran sol iba saliendo por la gran pantalla central, en clara alusión a su sobrenombre, entre los gritos y aplausos de sus admiradores, mayormente femenino, corearon desde el inicio cada una de las composiciones.
Para arrancar con fuerza, "Será que no me amas" fue la elegida, entre los más de 30 temas que interpretó, sin dejar a un lado su buen estilo para vestir, primero traje y corbata negra sobre camisa blanca.
Luego se escuchó "Amor, amor, amor" y "Suave", donde quedó patente el profesionalismo de los músicos que lo acompañaron sobre el escenario.
De fondo, en el escenario, una gran pantalla que, además de proyectar videos e imágenes del artista, presentó diferentes momentos del día y del clima y que acompañó canciones como "Somos novios", "Solamente una vez", "Nosotros", "La incondicional", "Hasta que me olvides" o "Por debajo de la mesa".
"Arriba mi gente", se le escuchó decir en más de una ocasión y desatar la euforia del público.
En los otros países donde ya se presentó con éxito, el mexicano obsequió a sus leales fanáticos un show de casi dos horas, plagado de hits que lo catapultaron a la cima del éxito, generación tras generación.
Los salvadoreños se la disfrutan en cada melodía que su ídolo interpreta magistralmente. Definitivamente que Luismi no defraudó a su fandom.