David Dóniga se acomoda en el sofá del hotel de la Selecta y se toma su tiempo para responder cada pregunta. El nuevo entrenador madrileño de la Azul y la segunda parte de la entrevista con Cancha:
-¿Cómo definiría estos 15 días que lleva en El Salvador
-Intensas, no parar desde la llegada. Desde el día de la presentación nos hemos puesto a trabajar en todas las cosas que hay que cerrar para que el proceso empiece a funcionar. Ha sido algo intenso pero muy ilusionante y muy divertido.
-¿Está prácticamente ‘encerrado’ en el hotel de Fesfut? Dicen que sale muy poco.
-Prácticamente no hemos salido, una vez salimos a tomar algo los compañeros para un comida y vuelta a casa. Aquí hemos estado desde el principio y estaremos trabajando hasta que salgamos. Me levanto a las 6:00 am, un descanso con almuerzo, y seguimos hasta tarde. Los días de concentración, entreno matutino, recuperación, y jornada de la tarde. Ha sido muy intenso todo.
-¿Con qué se encontró aquí?
-El proceso que sigo cuando llego a un club o selección es el mismo. Empezar a aglutinar la información para la planificación y desarrollo del trabajo hasta los primeros objetivos parciales. Scout de todos los futbolistas disponibles, preparación de la semana de entrenamiento, observación del rival, de nuestros propios videos de los partidos anteriores para sacar conclusiones y retroalimentar al grupo. El trabajo de campo es hora y media intensa de fútbol, donde los protagonistas son ellos (los jugadores), el balón y el sistema en el campo.
-Hoy, desde aquí adentro, ¿es tal cual lo imaginaba o algo lo sorprendió?
-Conocía a la Selección del proceso del mundial pasado, conocía las instalaciones porque hemos jugador en el Cuscatlán, hemos entrenado en este complejo. Por lo cual, la adaptación ha sido sencilla.
-¿Qué fue lo primero que se le cruzó por la cabeza cuando empezó a vislumbrarse la idea de llegar a la Selección de El Salvador?
-Que tenía que venir.-¿Sabía que como estaba el equipo en cuanto a resultados y funcionamiento?-La de asumir un reto importantísimo con todo un país detrás, da unas ganas tremendas de poder ver a un equipo otra vez en un Mundial y a partir de ahí desempeñar mi trabajo. Es un reto y un trabajo que tenía muchas ganas de encarar.
-Usted enfrentó a El Salvador desde el banquillo de enfrente (asistente en Panamá) ¿Qué se piensa cuando se juega contra la Selecta como rival?
-Que es muy difícil ganar aquí, esa es la primera idea. Aquí no íbamos a pasarlo bien, íbamos a sufrir y sacar los partidos adelante. Y cuando no tenías el estímulo de la localía, cuando jugamos en otro lado como Copa Oro o terreno neutral, igualmente jugar contra ellos (Selecta) no era cómodo. Era un equipo complicado de batir que se protegía y salía a la contra, que te podía hacer daño porque tenía jugadores habilidosos. Eso percibíamos desde afuera cuando nos tocaba enfrentarlo.
PRIMERA PARTE | David Dóniga: “No tengo dudas: Vamos a luchar por ir al mundial”
-¿Había algún jugador que preocupaba en especial de la Selecta?
-En general todos los jugadores que tenían en la parte de ataque. Cuando nos enfrentamos, tenían el equipo que preparó el Mundial de Qatar con Chicho en el medio, con Roldán, Monterroza, Enrico. Tenían mucha calidad en el mediocampo, acompañado por los laterales, largos, el 4-4-2 en rombo que jugaban. Esa es la sensación, un equipo ‘jugón’ como dicen en España, un equipo para tener el balón, para hacer daño a través de la posesión…
-¿Se percibía como una especie de ‘tiki taka’ salvadoreño?
-A ver, ¿qué es el tiki taka? Para mi es necesario que el juego de equipo acometa cada estación de juego cuando lo requiera. Hay veces que requiere espacios, un contrataque rápido, hay otras veces que el rival no te da espacios y ahí tienes que tener el balón y saber qué hacer con él. En mi cabeza está como técnico que mi jugador se adapte a cada estación del juego.
-¿Enfrentar a Messi y el Inter Miami fue un debut especial para usted?
-Lo primero fue tener la posibilidad de ser local en el Cusca, era algo que esperábamos con ganas. El momento del himno para mí fue especialmente emotivo, lo sentí muy mío. Y sentí esa sensación que tenía cuando era rival de El Salvador, de que vienen a por ti, de que están preparados para la batalla.
-¿Cómo fueron los momentos previos?
-Las horas anteriores fueron con la naturalidad de cualquier otro partido. Tenemos que transmitir tranquilidad y seguridad al futbolista. Y yo me tomo los amistosos como parte de la competición. Los preparo como si fueran una final. Le damos toda la importancia. Representar a la Selección de tu país no es jugar un partido amistoso, siempre te juegas algo. Fue un día muy bonito.
-¿Hubo charla especial para seguir al 10 rival?
-En la línea en la que trabajamos en cualquier equipo. Observamos cuales son las debilidades que podemos aprovechar del rival. Ya lo habíamos enfrentado varias veces (a Messi) y habíamos tenido distintas estrategias para el equipo, no tanto para él. Pueda ser que puedas aprovechar cosas: Messi es un jugador que acumula mucho juego por dentro, es un jugador que pide el balón en zonas muy alejadas de portería y eso hace que pueda hacer un pase gol casi desde el mediocampo, pero a la vez relaja y desprotege las vigilancias de los que están en el medio, y eso te puede permitir salir al espacio. Son situaciones que manejamos desde el punto de vista colectivo. Y entendemos que al mejor futbolista del mundo no se le puede parar de una manera sencilla y lo colectivo influye de manera determinante. Y eso puede hacer que el juego vaya a tu favor y a las pruebas me remito: ellos tuvieron dos ocasiones, los dos remates de Messi que fue una y el disparo de Jordi Alba, y el resto no tuvieron demasiada llegada, incluso teniendo el balón. Nosotros tuvimos dos llegadas al área, más un tiro al palo. Entiendo que el planteamiento fue efectivo.
Sáenz Marinero aprobó el debut de David Dóniga con la Selecta
-¿Qué fue lo que más le gustó del equipo?
-Quizás la asimilación de la idea, sobre todo sin balón. Con balón, me parece que podríamos haber hecho más daño, pero eso permite también tener más donde seguir trabajando. Me gustó la presión, el posicionamiento cerca del área, con algunos ajustes entiendo que ese es el camino.
-Volvió a convocar a dos experimentados que no eran tenidos en cuenta como Darwin Cerén y Nelson Bonilla, ¿por qué?
-Como todos los que vienen, el llamado tiene un sentido más colectivo que individual. Cuando un jugador está en rendimiento alto dentro del esquema que tenemos, tienen encaje. Esa es la idea. Empezar a crear una columna vertebral del equipo, a partir de la cual se vayan incorporando futbolistas y ellos son jugadores importantes. No “han sido” importantes sino que “son” importantes.
-También jugó muy poco Leo Menjívar y no ingresó Harold Osorio, dos jugadores con juventud y talento, ¿por qué esa decisión?
-Ellos vinieron por circunstancias puntuales que en otro momento no hubiesen venido, por no ser fecha FIFA. No tenían el ritmo de competición que tenían otros, por eso priorizamos jugadores que estuvieran en plena competición.
-Otros casos que dividen a la afición son Zabaleta y Roldán, quienes no han venido a otras convocatorias, ¿ha hablado con ellos?
-No.
-¿Pero piensa en ellos como parte de sus convocatorias?
-Sí. Están dentro de la relación de jugadores convocables.