Han transcurrido dos meses desde que los líderes de varios países se congregaron en Palenque, Chiapas, México, con la promesa de abordar de manera integral el aumento de los flujos migratorios irregulares en la región. Sin embargo, la realidad actual pone de manifiesto la falta de ejecución y resultados tangibles de los acuerdos alcanzados en esa cumbre.
El Encuentro de Palenque se destacó por la discusión de puntos cruciales, desde las causas estructurales de la migración hasta la importancia de un enfoque basado en derechos humanos y la cooperación regional. Entre los acuerdos, se delinearon áreas prioritarias como la autosuficiencia alimentaria, la protección del medio ambiente, el empleo digno y la lucha contra el crimen organizado transnacional.
A dos meses de este compromiso conjunto, la pregunta que persiste es: ¿dónde están los avances y las acciones concretas? Los datos de migración correspondientes al cierre de año no solo indican la falta de disminución, sino que muestran un aumento en los flujos migratorios irregulares.
Uno de los puntos cruciales acordados en Palenque fue la elaboración de un plan de acción para el desarrollo, enfocado en las áreas prioritarias mencionadas. México, como anfitrión, se comprometió a poner a disposición su oferta de cooperación y asistencia técnica. Sin embargo, la falta de informes claros sobre la implementación de estos programas genera inquietudes sobre la efectividad de las acciones propuestas.
La ausencia de Estados Unidos, principal destino de muchos migrantes en la región, también se ha sentido en la falta de una estrategia verdaderamente integral. No se puede hablar de soluciones efectivas sin la participación activa y la colaboración de todas las partes involucradas.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que auspicia las estadísticas más actualizadas sobre migración, brilló por su ausencia en Palenque. La falta de datos precisos y actualizados dificulta la evaluación y seguimiento de la situación, dejando a los líderes regionales en la oscuridad en cuanto a la efectividad de sus acciones.
El Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), una entidad clave en la región, también se encontraba entre los ausentes destacados. A pesar de ser la organización más seria para abordar proyectos de integración, su falta de mención en los discursos y la falta de inclusión en los planes de acción levantan dudas sobre su papel en esta iniciativa.
La sociedad civil, que ha desempeñado un papel crucial en la discusión del tema migratorio durante años, fue otro de los ausentes en Palenque. Esta ausencia es alarmante, ya que la sociedad civil representa una fuerza impulsora en la defensa de los derechos humanos de los migrantes y puede ofrecer perspectivas valiosas.
En este contexto, es crucial instar a los líderes a cumplir con los compromisos asumidos en Palenque. La migración es un fenómeno complejo que requiere una atención constante y acciones concretas. El aumento registrado en los flujos migratorios al final del año es un recordatorio de que las palabras deben traducirse en hechos para marcar una diferencia significativa.
En resumen, Palenque fue una prometedora plataforma de discusión, pero ahora es imperativo pasar de las palabras a la acción. La región espera soluciones tangibles y una cooperación genuina para abordar las causas fundamentales de la migración y garantizar un futuro más estable y próspero para todos los involucrados.
Experto en Migración
Director de Asociación Agenda Migrante.