Con un gran concenso popular la idea de que, un nuevo año trae cosas buenas por "default", se ha instalado insanamente en un colectivo cada vez con menos capacidad de análisis.
Ir de un número a otro, el paso a un nuevo año (de 2023 a 2024) no provocará cosas positivas porque sí. El dicho de "si quieres cosas distintas, haz cosas distintas", es en serio, y no es ninguna una frase de cajón.
El fútbol nacional está lejos de gozar un cambio que reactive la ilusión, o al menos una expectativa mucho más allá del "veamos a ver qué pasa".
El Comité Regularizador de la Fesfut amagó en 2022 con tomar distancia de anteriores comités al frente de la federación deportiva con más peso en El Salvador.
Pero más allá de la retórica y alguna que otra decisión, lamentablemente la situación de nuestro fútbol sigue estancada y la imagen del Comité empieza a deteriorarse de forma significativa.
Claro, la federación tiene una parte de la responsabilidad, no toda; sin embargo, por ahora, se antoja que la misión de transformar se les está complicando en demasía. Asimismo, otra fracción generosa del problema le compete a las tres divisiones profesionales de fútbol, no crean que les olvido.
Pero ya les atiendo más adelante.
Con la llegada y la rápida partida de Rubén De la Barrera como entrenador de la Selecta, hay más preguntas que respuestas sobre qué se hace en la federación puertas adentro.
La última intervención pública del director deportivo de Selecciones Nacionales, Diogo Gama, también dejó mucho qué desear. Él manifestó que el proyecto sigue pese a la salida de Rubén.
Sin embargo, por las formas, por sus palabras elegidas, por contextos, da la impresión que lo que realmente quiso decir fue: "yo sigo aquí, y aquí voy a estar, no por irse Rubén yo me tengo que ir".
¿Quién mide a Gama por su desempeño? ¿con qué indicadores? ¿está cumpliendo o está quedando en deuda? pero avancemos, que el portugués no es el núcleo de toda la crisis...
El Comité debe liquidar el tema de los estatutos, de esto depende el futuro proceder de la Fesfut, estos son importantes y deben dejarlos afinados según los estándares FIFA, antes de que este haga las maletas.
Pero el CR también debe tener mano más firme con las divisiones profesionales de fútbol. Los equipos dicen haber hecho ajustes, pero continúan con las pésimas prácticas denunciadas en redes sociales por los jugadores.
Se mantienen los adeudos en los equipos, eso no cambió nada, las canchas siguen siendo tema de comedia y lamentos, los árbitros siguen siendo muy cuestionados partido a partido.
No dudo que la situación es difícil de solventar, argumentar lo contrario es una insensatez.
Pero ¿cuándo y cómo va a empezar a mejorar esto? ¿hay voluntad? ¿qué hace falta para que se concrete cada paso para el regreso a un fútbol mejor?
Conseguir inversiones es bravo. Hay proyectos que se demoran meses o años en ser pensados y redactados, sin embargo, estos no convencen ¿se les presentarán a las personas correctas?
Proyectos delimitados pero que no abundan, son entonces apenas un mísero rocío sobre un brasero, convengamos.
La situación es compleja ¿quién quiere quemarse las pestañas para que gente sin formación, y sin visión, repruebe una iniciativa porque no la entiende o porque le restará su protagonismo y reputación? pocos o nadie ¡y no los culpo!.
No descarto que existan avances que tal vez no sean del conocimiento popular, en el caso del Comité, ya deben tener varios adelantos y cuestiones concretadas a nivel interno.
Pero la piscina está lejos de llenarse todavía para que los esfuerzos tengan más consistencia y trascendencia. Los miembros del Comité llegaron a un sitio muy difícil de ordenar, pero el tiempo sigue su marcha y apremia.
Por decencia, espero al menos, que el próximo entrenador de la Selecta se comprometa de palabra y obra con cualquier objetivo que se traze. Que tenga metas concretas, realistas y medibles.
Alguien quien no venga a decir de nuevo "que tiene mucha ilusión", "que está con ganas de conocernos", "de vivir la experiencia", y cualquier otra verborrea inútil.
Que aunque esta persona no clasifique a la Selecta a la Copa del Mundo FIFA 2026, sepa trabajar -y le permitan- liderar un proceso que la Selecta merece desde hace décadas.
¿Conformismo? este año comienzan las eliminatorias y quien llegue a hacerse con el cargo de seleccionador nacional tendrá cosas a la mano, menos tiempo suficiente.
Es bastante ingenuo ilusionarse con un mundial a estar alturas del juego.
¿Qué hay de los equipos "profesionales" del fútbol salvadoreño, por ejemplo? bueno, deben cambiar mucho para aportar verdaderamente a una Selecta en declive.
Lo ya mencionado, que los equipos estén al día en pagos, canchas decentes entre otros. No pido que se hagan ya de nuevos estadios y que tengan divisiones menores debidamente formadas. Paso a paso.
Pero si nada de eso existía hace sesenta años en los equipos ¡y ahora tampoco! ¿qué esperan? ¿a qué horas empezarán a pensar distinto para hacer cosas distintas y tener resultados distintos?
¿Qué soluciones planteo para ayudar? por enésima vez, momento, el saber avanza cuando se le cuestiona. Existen muchos profesionales idóneos para brindar las soluciones adecuadas. O los llaman, o se forman en la materia. Dos caminos tienen.
Si siguen haciendo lo mismo, no esperen nada diferente, nada. Lamentablemente otro año más se vislumbra sin ilusión en el fútbol local.