La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (Oacnudh) para América Central condenó este viernes la “desaparición forzada” del obispo nicaragüense Isidoro Mora y la “nueva ola” de detenciones de sacerdotes, en medio de tensiones entre el Gobierno del presidente Daniel Ortega y la Iglesia católica de Nicaragua.
“#OACNUDH condena la desaparición forzada del Obispo Isidoro Mora en #Nicaragua desde hace 8 días y la nueva ola de detenciones de religiosos”, indicó ese organismo de la ONU en su cuenta de X (antes Twitter).
La Oacnudh advirtió que las autoridades nicaragüenses, además de atentar contra la libertad personal del obispo y de los sacerdotes detenidos, estarían violando “el derecho a la libertad religiosa, pilar de cualquier Estado democrático”.
Denuncian “criminalización” de la Iglesia en Nicaragua
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Por su lado, la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia de Nicaragua condenó “la persecución, hostigamiento, asedio y criminalización de la que está siendo objeto la Iglesia católica nicaragüense por parte de la dictadura Ortega-Murillo”.
“Observamos con profunda preocupación los recientes acontecimientos que no solo afectan la libertad religiosa, sino también ponen en riesgo la labor pastoral y evangelizadora”, señaló la Alianza Cívica, que fue la contraparte del Ejecutivo sandinista en una mesa de negociación en la que se buscaba una salida pacífica a la crisis sociopolítica que vive Nicaragua desde abril de 2018.
Según esa alianza, cuyos principales dirigentes fueron desnacionalizados y expulsados de Nicaragua, “es alarmante el contexto de detenciones arbitrarias e ilegales de líderes religiosos”, entre los que mencionaron a los obispos Rolando Álvarez e Isidoro Mora, a los sacerdotes Pablo Villafranca, Óscar Escoto, Carlos Avilés, Héctor Treminio, y a dos seminaristas.
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