“Andresito”, como lo bautizaron, es un árbol de almendro sembrado en el 2017 en un pequeño arriate sobre la avenida doctor Luis Edmundo Vásquez, en la esquina del pasaje 5, de la colonia Médica de San Salvador.
El árbol fue sembrado el 30 de mayo a eso de las dos de la tarde por cuatro taxistas que permanecen en el lugar esperando potenciales clientes. La iniciativa nació luego que los árboles que estaban en la zona fueron talados y no había como protegerse del sol.
Edgar Araujo fue el taxista que se encargó de ir a comprar a “Andresito” a un vivero, sembrarlo y cuidarlo durante los últimos años. Él comenta que la inversión fue de 14 dólares, ya que en primer momento compró dos almendros, pero que uno no sobrevivió debido al “veneno” que se encontraba en la. tierra donde fue sembrado, según sus palabras, sin dar detalles sobre su análisis del suelo.
“Podemos ver la falta de árboles que hay en la ciudad. No soy de cortar árboles, mejor hay que arreglarlos. Yo le apuesto mucho al medio ambiente porque veo en muchas partes construcciones que no han dejado espacio para sembrar árboles. No están orientados a la necesidad que hay de mejorar el lugar donde vivimos”, comentó Araujo, refiriéndose a negocios que eliminan los arriates para cubrirlos de concreto para tener más lugares de parqueo y nuevas urbanizaciones que no piensan en incluir al arbolado.
Un estudio recientemente publicado en la prestigiosa revista científica Nature, hecho en 293 ciudades europeas, descubrió que en las zonas con árboles las temperaturas pueden bajar cuatro veces, comparadas con zonas de las mismas ciudades que no tiene árboles, sobre todo cuando el clima es más cálido.
La sombra que produce “Andresito” beneficia a los taxistas, a vigilantes, a médicos, familiares de los pacientes, comerciantes de la zona, a cualquier transeúnte que pase por el lugar y sienta la necesidad de descansar bajo la sombra de un árbol. Los taxistas buscan dejar un legado con “Andresito”. Cuando el árbol cumplió un año de haber sido plantado, le celebraron el cumpleaños con pastel, globos y donación de árboles para las personas que pasaban. Incluso llevaron payaso para animar la ocasión.
A las celebraciones en honor a este tan noble vegetal han agregado una cada 5 de diciembre, cuando la esquina se convierte en un espacio acorde a las fiestas decembrinas.
El árbol es adornado con luces y otra decoración navideña y alusiva al año nuevo y luego se hace una inauguración con el encendido de las luces, acto que los organizadores motoristas de profesión han nombrado “La Arbolada”, como la inauguración del árbol navideño de la panadería San Martín, pero a menor escala. Llega un hombre disfrazado de Santa Claus, se queman luces de bengala y se regala atol shuco.
“Andresito” se ha convertido en el árbol más querido de la colonia médica, cada año se suman más personas a celebrar “La Árbolada”, como empleados de la zona, médicos, vendedores ambulantes, los taxistas con sus familias y clientes.
Cabe señalar que el almendro es una especie que fue introducida al país proveniente de Asia y su nombre científico es Terminalia catappa. La pulpa de sus frutos es comestible, al igual que su nuez, aunque son las ardillas las que le sacan más provecho a este alimento. Es uno de los árboles más populares para crear sombra en El Salvador por su forma fácil de reproducirse, su resistencia y rápido crecimiento.
