Tu vida cambia cada segundo que queda en el pasado; cada instante que vives en el presente; cada momento que esperas del mañana. El ser humano cambia como cambia la vida: un día fue erectus, después fue sapiens; una vez fue niño indefenso y otra vez fue gladiador. Un día fue risco y otra gaviota en libertad. A través de los años una serie de rostros diferentes surgen desde nuestro interior y de la misma forma que van apareciendo van desapareciendo en el espejo. Ya no somos los de ayer… la vida nos cambió. Aunque muchos, aferrados al pasado, en su interior seguirán igual que ayer, sin crecer ni cambiar, como envejecidas crisálidas que nunca eclosionaron en mariposa para volar triunfales sobre el mundo. El tiempo en sí mismo no existe, sino simplemente es el efecto de la evolución de la vida natural, humana y cósmica. Es la ley de transformación, deterioro o desarrollo sobre la materia viva o inerte. Fenómeno natural que transmuta cada instante de nuestras vidas y sueños fugaces.
Cada segundo de la vida
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