El calor de San Miguel no varió, a pesar de los constantes vientos, pero eso ni impidió que la fiesta de la vuelta de semifinales se haya vivido con toda la intensidad posible y que explotara con la clasificación emplumada a la final.
La afición colmó desde temprano los alrededores del estadio, otros vestían la camisa negronaranja en las calles migueleñas, y adentro del escenario los colores aguiluchos fueron la mayoría, al son de los instrumentos que dieron colorido al encuentro.
El partido con más aficionados en el estadio migueleño no dejó de contar con incidencias leves, como fue la denuncia de albos que no pudieron entrar ya que sus boletos ya habían sido registrados, o que eran de la localidad equivocada, ya que debían entrar en Tribuna, pero compraban Sol, que era exclusiva para locales. Algunos pudieron comprar los boletos para entrar, sin embargo otros no lograron entrar.
Águila voló a la final a costa de Alianza
Mientras tanto, en la Platea del estadio, se apreció a algunas decenas de aficionados de pie en la zona alta y en las gradas de acceso a la localidad, aunque todos los asientos estuvieran ocupados. También hubo denuncias que no habilitaban los baños de la localidad con aficionados albos, sin embargo, unos minutos antes del partido los abrieron. Antes de ingresar a San Miguel retuvieron a un bus con hinchada paquiderma y les quitaron las bebidas alcohólicas que conducían, aunque finalmente pudieron llegar al estadio y colmar su sector.
Carlos Salazar fue la figura y se entregó a los aficionados a tal punto de subirse al alambrado del sector de Sol General con su segundo gol, y toda la afición cantó al unisono al concluir el partido, siendo una muestra de lo que será el sábado en la final del Apertura 2023, donde buscarán la corona 17 del fútbol salvadoreño.