El quizás "peor" Jocoro en 30 minutos pudo reaccionar contra Dragón, y eso es decir mucho. Un equipo que cayó en la estrategia del pelotazo, que se le vinieron encima los nervios con el gol tempranero de Javier Ferman que dejaba a los mitológitos a tiro de empatar la serie, se repuso emocionalmente, aprovechó los errores rivales y sacó fuerzas de flaqueza para recomponerse atrás, primero, y para generar arriba, después.
Le dio vuelta a un partido complicadísimo desde lo emocional, a donde parecía que se le venía la noche, pero su público no dejó de creer, y tampoco los jugadores. Un golpe de agua fría se llevaron cuando, tras el enésimo pelotazo buscando a Montaño, le quedó el balón, disparó al arco, rebotó en dos defensas y la pelota le llegó franca a Javier Fermán. El goleador salvadoreño del torneo no se la pensó, no perdonó y la mandó al fondo de un derechazo.
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Entonces, cualquiera pudo pensar que se le desarmaba todo el esquema a Jocoro, que antes había cambiado a Arévalo por Guity obligado por lesión en la zona baja. Se vio complicado, pero encontró las respuestas para no sufrir de nuevo atrás, más allá de centros elevados, o remates perdidos del rival.
Sobre el 23', empataba Léster Blanco con un cabezazo, pero fue anulado por posición adelantada, tras un regalo de Angulo al atacar el balón en media cancha. Y luego, un tiro de lejos de Quintanilla probó al meta Felipe Amaya, que antes salvó un balón que iba al ángulo de Junior Padilla.
De a poco, merecía más Jocoro, y lo encontró de una forma fea. Falta sobre Angulo por la espalda, y este, en la inercia, se pasó llevando a Argueta. Sólo vio esto último el árbitro, y pitó tiro libre para los locales.
Entonces, Luis Acuña la mandó al ángulo para comenzar la remontada, y para bajar los ánimos de Dragón. Poco después, regaló una falta similar del otro lado, pero Montaño se la "pasó" al meta.
Se acababa el primer tiempo, salvaba Amaya un cabezazo de Claros enviando a tiro de esquina, y, en el cobro, uno de los más pequeños, Argueta, ganó por arriba, cabeceó picado y puso el 2-1 para poner tierra y sentenciar la serie al sacar diferencia de 3 goles. Jocoro, al que no le había dejado hacer su fútbol Dragón, ya ganaba el duelo y subía a 5-2 la renta en el global.
Tras ello, llegaron los cambios en Dragón, pero sin que surtieran algún efecto más que oxigenar al equipo, y aunque generaron algunas llegadas en el arco rival, la suerte estaba establecida.
El cuadro dragoniano, con más ganas que ideas, y no por cansancio físico sino emocional, terminó solamente llegando al otro lado sin crear alguna clara para poder al menos maquillar el resultado global. Al final, gran resultado de un Jocoro efectivo, práctico, y que se supo reponer al golpe anímico del tanto tempranero. El cuadro de Tierra de Fuego, muy criticado al inicio de temporada por las derrotas en CONCACAF, es el primer finalista del fútbol nacional.