El Estado salvadoreño volvió a evidenciar un deterioro en la democracia, en el estado de derecho y en la participación de la ciudadanía, según el informe anual del Instituto Internacional para la Democracia y Asistencia Electoral (IDEA, por las siglas en inglés).
El informe “Estado de la democracia en el mundo y las Américas 2023” evidenció, además, para 2022 un deterioro en la situación salvadoreña asemejada a la que viven los nicaragüenses.
Desde que IDEA Internacional publicó el primer informe sobre el estado global de la democracia en el mundo en 2017, sucesivos informes han rastreado las tendencias democráticas a lo largo de tiempos de crisis. En el caso de El Salvador
y Nicaragua, la organización determinó para este año que la calidad de sus democracias establecidas se ha erosionado, con poderes ejecutivos que intentan suprimir las instituciones de contrapeso para acumular poder.
Por lo que ambos han socavado libertadas desde entonces. “Entre los países en que se produjo un deterioro visible del entorno para la participación de la sociedad civil figuran tres países con un desempeño bajo: El Salvador, Guatemala y Nicaragua”, advirtió.
El informe, con fecha 2 de noviembre, coincide con la reciente solicitud de inscripción de candidatura presidencial que presentó el mandatario Nayib Bukele, acto que va en contra de las leyes nacionales, las mismas que juró hacer valer el día de su toma de posesión.
En Nicaragua, ya el ejecutivo se encaminó a concentrar el poder de todos los organismos para perpetuar su gobierno en el tiempo. Hoy El Salvador se encamina al mismo panorama político-electoral.
Asimismo, el informe regional se enmarca en las denuncias de organizaciones civiles de falta de independencia de las instituciones del Estado que se alinean a los de- signios de Casa Presidencial, como la Fiscalía General de la República y la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos.
Lo anterior, también se vincula a que los diputados de Bukele en la Asamblea Legislativa, en su primer día de trabajo, destituyeron a los magistrados de la Sala de lo Consti- tucional para colocar perfiles que se alinearan a las peticiones de Presidencia de la República.
Los países centroamericanos que a nivel global registraron los mayores descensos en la clasifica- ción de la categoría de representación fueron Costa Rica, con califi- cación de 13 y una reducción de 11 puntos, luego El Salvador con la posición 95 y una reducción de seis puntos porcentuales, y Gua- temala en la posición 96 y con reducción de cuatro puntos.
Los países centroamericanos que a nivel global registraron los mayores descensos en la clasificación de la categoría de representación fueron Costa Rica, con calificación de 13 y una reducción de 11 puntos, luego El Salvador con la posición 95 y una reducción de seis puntos porcentuales, y Guatemala en la posición 96 y con reducción de cuatro puntos.
Lo que no varía con los resultados del informe de 2022 es que se evidenció para El Salvador un retroceso en el control de gobierno, administración imparcial, representatividad del gobierno y derechos humanos.
Políticos que socavan la democracia
IDEA advirtió que en los últimos años, líderes electos en las Américas han erosionado la democracia, y las instituciones estatales se han utilizado para legitimar restricciones a los derechos, el espacio cívico y la competencia electoral.
“En una región donde el compromiso cívico ha sido fundamental para llevar a cabo el cambio, las restricciones a la participación de la sociedad civil son particularmente preocupantes”, advirtió IDEA Internacional, señalando como primer ejemplo a El Salvador.
Por lo que el país se posiciona bajo el foco de IDEA, siendo el mandatario Nayib Bukele señalado ante las alertas.
“Preocupan especialmente los descensos en Guatemala, donde desde el poder se busca anular la voluntad popular expresada en las urnas, y El Salvador -donde cada día se concentra más poder y arbitrariedad en el presidente”, advirtió a partir del informe el jefe de la Oficina de IDEA Internacional para México y Centroamérica, Miguel
Lara Otaola.
Bukele ha generado la idea de buenos contra malos, siendo sus seguidores los salvadoreños buenos que están en contra de la corrupción y de las pandillas, y los malos, quienes tienen una ideología contraria a la de él.
Según académicos salvadoreños, es el miedo la mayor herramienta política del actual mandatario salvadoreño.
Además, Bukele reconoció que no es adepto a las entrevistas periodísticas. Bajo esa línea, durante su quinquenio los espacios con sus funcionarios se han limitado a conferencias de prensa o en declaraciones en medios afiliados.
IDEA Internacional lamentó que El Salvador se haya sumado al listado de naciones involucradas en escándalos por espionaje e diri- gidos contra medios de comunica- ción y políticos de la oposición.
En 2022 el único país centro- americano que descendió en su es- tado de derecho por los ataques di- gitales fue El Salvador y a nivel continental se incluyó Brasil, quien estuvo liberada por la extrema derecha.
Militarización preocupa
El Salvador vive en contexto de pérdida de garantías constitucionales desde el 27 de marzo de 2022 y si bien el organismo internacional reconoce que la aplicación de recursos como este es para combatir el crimen organizado, temen por la militarización interna.
“Dada la historia de intervención militar en la política de la región, esta tendencia es preocupante”, alertó el informe.
En el territorio organizaciones civiles y de derechos humanos reconocen que bajo el mismo contexto de régimen policías y militares han ocasionado crímenes que anteriormente eran cometidos por pandillas.
El Diario de Hoy relató el caso de una menor de edad que bajo amenazas de ser detenida ella y los suyos bajo el régimen, reveló haber sido abusada sexualmente por un militar.
El informe señala que en la ca- tegoría relativa a los derechos los descensos generales no fueron significativos, pero el estancamiento en bajos niveles no constituye una situación que deba ser celebrada o tolerada.
“El espacio cívico para la parti- cipación también se redujo en El Salvador, donde un estado de excepción ha restringido la libertad de expresión y la libertad de asocia-
rioro de la seguridad. “En tales contextos las condiciones fundamentales que posibilitan la democracia, incluidas las oportu- nidades para el debate y el diálogo (dos elementos que impulsan la innovación), corren el riesgo de desaparecer. Las diversas formas en que estas disminuciones se expresan van desde las medidas extremas adoptadas en El Salvador contra el crimen organizado”, advirtió IDEA Internacional