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¿Qué hacer en caso de una nueva pandemia?

La conjunción de las instituciones citadas en lo que podríamos llamar un Comité Nacional Central debería tener vigencia permanente y activarse solamente en caso de alerta roja ante la inminente llegada de una pandemia, con una imagen objetivo centrada en evitar que la gente se enferme que son los más, que invertir más en los enfermos que son los menos.

Por Rodolfo Chang Peña |

Es de sabios aprovechar la lección aprendida y que los desastres no nos tomen desprevenidos sin ninguna preparación, al menos deberíamos de estar mejor organizados y anticiparnos a las contingencias. Ya se acabaron los tiempos de resolver los problemas a base de veleidades técnicamente inviables, ocurrencias y pensadas sacadas de la manga. Además de evitar la dispersión de los esfuerzos, la lógica manda articular las instituciones más importantes del sector salud (MINSAL, ISSS, SANIDAD MILITAR Y EMPRESA PRIVADA) y constituir un comando unificado del más alto nivel con plenos poderes para enfrentar al fenómeno.

La conjunción de las instituciones citadas en lo que podríamos llamar un Comité Nacional Central debería tener vigencia permanente y activarse solamente en caso de alerta roja ante la inminente llegada de una pandemia, con una imagen objetivo centrada en evitar que la gente se enferme que son los más, que invertir más en los enfermos que son los menos.

Una vez establecido el estado de emergencia las instituciones citadas que representan el sector salud pondrían a disposición del Comité Nacional Central todos sus recursos sin descuidar por supuesto las coberturas propias de cada una. Y la consigna general es no incurrir en los vacíos del pasado y evitar por ejemplo la improvisación, la preocupación única por los enfermos descuidando la protección del resto de la población, las soluciones a largo plazo ante situaciones que ameritan respuestas rápidas, la desinformación que desata temores, no ocuparse de la salud mental del personal de salud, las cuarentenas erróneamente kilométricas, los excesos en diversas áreas, fallas en el suministro de accesorios para la protección de enfermeras, técnicos y médicos, la falta de transparencia que genera incertidumbre y desconfianza y el no tomar en cuenta ni escuchar sugerencias bien intencionadas de académicos y organizaciones civiles, etc,

El Comité Nacional Central activará y coordinará el funcionamiento de las unidades organizativas siguientes, solo citaré las más relevantes: Subcomité Nacional de Salud Pública y Medicina Preventiva, integrado por médicos salubristas, epidemiólogos, infectólogos e internistas. Responsables de diseñar, ejecutar y monitorear un plan nacional de información, divulgación, guía y educación para la prevención de la enfermedad con medidas de orden práctico fundamentadas científicamente. En el pasado a pesar que se conocía el mecanismo de contagiosidad a través de las gotitas de secreciones que emite el enfermo al toser, estornudar y carraspear que llegan a la persona susceptible, se habían inventado “desinfectar” las suelas de los zapatos, las llantas de los vehículos, carrocerías de carros y camiones, carretas tiradas por bueyes, carretones y cabalgaduras, hasta las bolsas de los supermercados no escapaban a la supuesta “desinfección”. Y en las entradas de no pocos establecimientos un empleado pasaba rápidamente un termómetro por la frente de los parroquianos pero no detenía a nadie.

Subcomité Nacional para la Atención de los enfermos, formado por médicos internistas, infectólogos, neumólogos, farmacólogos, técnicos en terapia respitaroria, representación de enfermeras y experto en planeación de servicios de salud. Tarea principal elaborar protocolo complementado por un manual de procedimientos para el diagnóstico y tratamiento del paciente de bajo riesgo (Consultorios) riesgo moderado (Hospitales Generales) y riesgo alto (Centros Especializados), además formular manual de procedimientos para el control de la contaminación y manejo de pacientes fallecidos.

Corresponde también a este grupo de técnicos decidir la necesidad de ampliar la oferta de servicios ambulatorios, de hospitalización, cuidados intensivos y cuidados intermedios. En caso de existir justificación consistente y realizados los análisis de factibilidad, inclinarse por los consultorios móviles y hospitales de campaña y evitar en lo posible las readecuaciones, remodelaciones y construcción de nuevos nosocomios por constituir respuestas lentas, poco oportunas, de alto costo y sostenibilidad discutible. Monitorear y realizar ajustes sobre la marcha en el funcionamiento de los niveles de atención y operación y sistema  nacional de referencia, guiando al público hacia donde tiene que dirigirse de acuerdo a los síntomas que presenta.

Subcomité Nacional de Estadísticas, Registros y Documentos médicos. Tarea principal centralizar toda la información concerniente a la pandemia y cumplir con las normativas internacionales con el objetivo de producir cifras veraces, creíbles, actualizadas, oportunas y útiles. Conformado por médicos estadígrafos, técnicos especializados y personal de apoyo.

Complementan la estructura organizativa antipandemia el Subcomité Nacional Financiero Contable; Subcomité Nacional de Logística, Equipos y Suministros; Subcomité Nacional de Bioética y Derechos Humanos; Subcomité Nacional de Salud Mental y Subcomité Nacional de Relaciones Públicas.

Médico.

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