Con muy poco fútbol mostrado, el Barcelona superó al Porto y el examen, en teoría, más duro de su grupo, de visita en el Do Dragao. Apenas generaron ocasiones, y sufrieron por momentos aunque un equipo que tampoco mostró la gran cosa.
Pero lo bueno, precisamente, fue que aunque no mostró gran cosa, sacó la tarea, raspado sí, pero es más fácil corregir y mejorar con resultados positivos, y cuando ves a los demás desde arriba.
Porto hizo los méritos como para empatar, al menos, en el segundo tiempo, pero apareció Ter Stegen para sostener una ventaja que se miraba débil.
Una sujeción de de Koundé en el primer tiempo pudo ser fácilmente señalada como penal a favor del Porto, pero en la interpretación el réferi consideró que no fue suficiente para marcar la pena máxima.
El Barcelona, que tuvo más le balón, pero a puerta de verdad sólo disparó 4 veces (incluido el gol), encontró el triunfo en el cierre del primer tiempo propiciado por un error de Romário Baró, Ferran (recién ingresado por lesión de Lewandowski tras una dura entrada), se aprovechó de ello para hacer la diferencia.
El cuadro culé tuvo más el balón, casi 60% por 40%, pero el Porto llegó un cachito más con peligro (5 tiros al arco), y exigieron mucho a la defensa en manos a manos, tanto que hubo 17 faltas de los culés por 5 de los del Porto. Cinco de esas tarjetas fueron amarillas para los visitantes, que se quedaron con uno menos para los últimos 4 minutos del tiempo añadido por expulsión de Gavi (acumulación).
Al final, lo meojr para el Barcelona fue que, pese a jugar algo mal, es puntero del grupo H con 6 unidades, tres más que su rival de turno, y que el Shakhtar, que venció 2-3 al Royal Antwerp. Además, fue triunfo el partido 100 dirigido por Xavi Hernández.