Por años, la participación de las mujeres en espacios de toma de decisión ha sido obstaculizada. Se nos tilda de no tener la capacidad de asumir cargos de importancia; sin embargo, el liderazgo de mujeres en política y la vida pública en igualdad son fundamentales para lograr objetivos de un desarrollo sostenible como sociedad.
Según ONU Mujeres, la representación de mujeres es sumamente baja en todos los niveles de toma de decisión del mundo. Sólo seis países tienen un 50 % o más de mujeres en el parlamento en cámaras bajas o parlamentos unicamerales: Ruanda (61%), Cuba (53 %), Nicaragua (52 %), México (50 %), Nueva Zelanda (50 %) y Emiratos Árabes Unidos (50 %). En un rango de 45 años se ha ido desarrollando una agenda regional de género profundo, según la Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe; los avances en estos temas de participación política de las mujeres se desarrollan desde los años ochenta. Desde el 1 de enero de 2023, las mujeres representamos el 22,8% en cargos de gabinete dirigiendo ministerios que lideran un área política, y a pesar de que no se ha alcanzado la paridad de género a lo largo de los años ha tenido un progreso sustancial en la cuota de género.
La participación de las mujeres en política aún sigue siendo precaria, nuestra participación no solo parte de tener el ánimo de participar. El reciente estudio realizado por ANDRYSAS demuestra que para las mujeres existen limitantes en su participación debido al rol social que ocupan por el mero hecho de ser mujeres: Las tareas de cuidado, lo que dirán de ellas en su vecindario e incluso si su familia está de acuerdo con esta participación, son algunas de las de las razones por las cuales las mujeres no participan. Actualmente la violencia política para las mujeres se basa en los roles de género y la estética: las mujeres tenemos que ser cuidadosas de la imagen que proyectamos para evitar ser víctimas de ataque. Es por todo ello que hablamos de una precaria participación política, los partidos políticos aún no garantizan un presupuesto especial para la participación de las mujeres, porque, como lo expliqué anteriormente, a las mujeres nos cuesta de dos a tres veces más sostener o llevar a cabo una participación.
Pese a las dificultades, cada vez somos más las mujeres que nos sumamos a los procesos de participación en espacios de toma de decisión. Desde Nuestro Tiempo se ha impulsado la participación de mujeres y se cuenta con una representación del 48% de candidatas que participarán en las próximas elecciones, regidas en la Ley de Partidos Políticos y se cumple con la cuota de paridad de mujeres.
Como funcionaria pública, consciente de la necesidad de nuestro involucramiento en los asuntos públicos, es mi responsabilidad invitar a todas a sumarnos a este tipo de espacios compartidos y a ser agentes de cambio, no solo en la aspiración a cargos de elección popular sino también asumiendo vocerías y realizando activismo social. Mi llamado es a que sigamos luchando y participando, no por el simple hecho de cumplir con una cuota, sino sobre todo para que sea nuestra preparación, formación y experiencia la que nos permita representar de una manera digna a la ciudadanía salvadoreña en los cargos públicos .
Diputada suplente de Nuestro Tiempo