A mediados de este semana, la fachada de iglesia El Rosario en el Centro Histórico de San Salvador adquirió un aspecto diferente. Tras varios días de labores por parte de trabajadores del Ministerio de Obras Públicas, y para sorpresa de muchos, las losas exteriores del emblemático templo católico se tornaron de color blanco.
El evidente cambio de tonalidad de la icónica obra del recordado arquitecto y artista plástico salvadoreño Rubén Martínez Bulnes, provocó asombro y críticas por parte de muchas personas, sobre todo en redes sociales.
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Uno de los que cuestionaron la transformación del inmueble fue Carlos Cañas Dinarte, historiador salvadoreño radicado en Barcelona España. El pasado jueves, a través de una publicación en su cuenta de X, manifestó: "¿Quién fue el "genio" que ordenó pintar la iglesia del Rosario? MISERABLES IGNORANTES”.
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A esta y otras criticas por el cambio de imagen de la obra se sumó el sacerdote Juan Vicente Chopín Portillo, quien hizo saber a sus seguidores la importancia de asesorarse con expertos antes de hacer trabajos de esta índole.
“Hay razones por las cuales cierto tipo de monumento no debe pintarse. Es importante informarse y dejarse asesorar por los especialistas”, publicó el padre Chopín en su cuenta de X, donde también compartió la foto de la iglesia publicada por Dinarte, la cual comparó con una imagen del Coliseo Romano.
Tras hacerse públicos esos y otros señalamientos, el Ministerio de Obras Publicas informó por medio de un tuit que en la iglesia El Rosario solo se estaba realizando tareas de limpieza de toda la estructura, impermeabilización de la losa para evitar más filtraciones de aguas lluvias que puedan seguir dañándola, instalación de iluminación arquitectónica y remozamiento de la estructura (concreto visto como su diseño original).
Personal que se encuentra trabajando en la iglesia y que fue consultado por El Diario de Hoy informó que la estructura no fue pintada.
“Va a quedar de la misma manera como estaba, con el mismo fondo (…) la gente ve que se está utilizando una brocha o un rodillo y cree que es pintura”, expresó uno de los trabajadores.
Por su parte, la Casa Museo Rubén Martínez Bulnes, recinto ubicado en Los Planes de Renderos donde residió el creador de esa importante obra arquitectónica capitalina, también informó a través de su cuenta de Facebook que la fachada del templo no fue retocada con pintura.
“Queridos amigos, la Iglesia El Rosario NO ESTÁ PINTADA. Se le hizo una renovación al concreto deteriorado y se taparon grietas y goteras por su bien”, se lee en la publicación, sin detallar qué tipo de material se utilizó para tal fin.
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Según el empleado del MOP consultado por EDH, las obras de limpieza e impermeabilización terminarán este fin de semana.
Las obras en el templo incluyen la instalación de luces en el interior, que harán que los vitrales puedan ser apreciados con todo su color desde exterior durante las noches.
Tras dichas declaraciones, Carlos Cañas Dinarte publicó otro tuit con fotos áreas del templo que demostrarían que sí se ha pintado.
De estilo brutalista
El diseño original de la iglesia El Rosario cumple con las características de la arquitectura brutalista, que imperó entre los años 50 y 70, inspirada en la obra de Le Corbusier.
El arquitecto, urbanista, pintor, escultor y hombre de letras suizo nacionalizado francés en 1930, es considerado en gran precursor de este estilo que surgió en la etapa de la arquitectura moderna según el sitio mexicodesign.com.
"Los imponentes edificios construidos en estilo brutalista suelen mostrar los materiales utilizados para sostener su estructura, y esto implica casi siempre amplias fachadas en tonos grises y texturas ásperas. Sin embargo, a pesar de lo simple que esta descripción pueda parecer, en la arquitectura brutalista hay textura, ritmo y movimiento, se lee en el portal antes citado.