Cuando tenía 27 años, el doctor Roberto Cerritos, recién graduado como médico de la Universidad de El Salvador, decidió enfocar toda su energía en la lucha contra la diabetes. Hasta el miércoles 27 de septiembre, cuando falleció a sus 81 años de edad, este profesional de la medicina combatió esta enfermedad entre la población salvadoreña, formó más médicos y se entregó de lleno, hasta dejar un legado imborrable que acompañará siempre su memoria.
Así lo expresaron voces desde la comunidad médica, agradecidos por las enseñanzas de un verdadero maestro, y conscientes del reto que ahora les toca: más de 1.5 millones de personas en El Salvador tienen diabetes, según compartió el mismo doctor Cerritos a El Diario de Hoy en diciembre de 2021.
En 1989, el doctor Cerritos fundó la Asociación Salvadoreña de Diabetes, con la cual se dedicó no solamente a atender a pacientes con la enfermedad, sino también a formar a más profesionales en medicina para combatir la diabetes, además de trabajar en la difusión de información para prevenirla entre la población.
A lo largo de su carrera, el doctor Cerritos recibió diversos reconocimientos internacionales, uno de ellos en diciembre de 2021, entre ellos el Premio Juan José Gagliardino, de parte de la Federación Internacional de Diabetes, región SACA.
Ese mismo mes, en plática con El Diario de Hoy, alertó que el 30% de las personas que se habían contagiado con covid, eran también pacientes con diabetes, según estudios internacionales.
El destacado médico fundó el residentado de endocrinología en el Hospital Rosales, donde capacitó a decenas de profesionales en formación; entre ellos la doctora Patricia Argueta de Cativo, máster en salud pública y directora de actividades científica del Colegio Médico.
"El doctor deja un legado, estuvo formando la enseñanza de profesionales de muchas generaciones, que están adelante mío y después mío, en el Hospital Rosales pasamos muchos por sus enseñanzas en encogrinología, especialmente diabetes", recordó la doctora.
Sobre la forma de enseñar del doctor Cerritos, Argueta de Cativo recordó "su calidad humana, se le caracteriza a él por identificar al paciente como un individuo, una persona, no como un paciente más. Eso es lo que más nos enseñó, que el abordaje al paciente tiene que ser integral; no solo desde el punto de vista de la patología, sino que veamos todo el contexto, por qué es diabético, si puede tomar sus medicamentos, todo el entorno social, económico, que rodea a ese paciente, para poder sacarlo adelante. No solo ver el diagnóstico y darle el medicamento. Esa es la enseñanza que el doctor recalcaba mucho, con su voz tranquila".
Por su parte, el médico internista Jorge Panameño, especialista en epidemiología, expresó en redes sociales que "el pueblo salvadoreño que padece esta enfermedad posee una enorme deuda de gratitud con él, así como muchas generaciones de médicos que se bañaron con la luz de su conocimiento, brille para siempre su luz; paz y consuelo a su familia y a quienes le conocimos, y que la Misericordia de Dios, nos permita tener más ciudadanos como él".
Así mismo, el doctor Max Molina, presidente de la Asociación Salvadoreña de Endocrinología expresó que "la trayectoria profesional del doctor en el campo de la endocrinología del país permitió el desarrollo, ayudó a la formación de muchos de los médicos que actualmente están ejerciendo como endocrinólogos, además de que luchó siempre por la atención a los pacientes diabéticos".
Ante el adiós del maestro Cerritos, el doctor Molina recordó que el panorama en la lucha contra la diabetes en El Salvador sigue cuesta arriba, pues "el problema mayor es que los casos de diabetes siguen en aumento. El problema es bien complejo, porque implica aspectos genéticos, el aumento del peso en la población, el tipo de alimentación que tenemos, que es bien difícil de cambiar… hay un aumento de casos progresivo. Es un fenómeno mundial, en todos los países está ocurriendo lo mismo".
Según datos del Instituto Salvadoreño de la Salud, el 12% de las personas mayores de 20 años en el país padecen diabetes, compartió a este medio el doctor Molina. De este porcentaje se desprende que 526,306 personas en este rango de edad tienen la enfermedad en El Salvador, según la última Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples de 2022.
Pero suman otras decenas de miles las personas que no saben que tienen todavía diagnóstico de diabetes, o que son prediabéticas.
En memoria del doctor Cerritos y su lucha, el doctor Molina recordó que su partida "es una llamada para todos los que nos dedicamos al campo de la endocrinología, que podamos colaborar en el cuido de los pacientes, y tratar de enfocarnos en las medidas preventivas".