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La codicia

Codicia no es más que avaricia, voracidad, frenesí,  envidia y hasta concupiscencia.  Es el afán excesivo de riqueza.

Por Carlos Alberto Saz

“¿Quieres ser rico? Pues no te afanes en aumentar tus bienes, sino en disminuir tu codicia” (Epicuro, filósofo griego. h. -34 a -270).

Pues sí,  no caigamos en la codicia, que en  envenena el alma y perturba el espíritu, hasta hacernos caer en el abismo de la gula.

Codicia no es más que avaricia, voracidad, frenesí,  envidia y hasta concupiscencia.  Es el afán excesivo de riqueza.

Epicuro fue un filósofo nacido en la isla griega de Samos. Después  de recorrer numerosas ciudades griegas y de formarse en la filosofía atomista  de Demócrito, se instaló, a los treintaicinco años en Atenas, donde fundó una ecuela conocida como “El Jardn ”. Además de impartir conocimientos, la escuela epicúrea   fomentaba  de forma  específica el cultivol de la amistad, tanto en hombres como en mujeres.

La filosofía atomista  estudia la física atómica.  En filosofía al atomismo  se le conoce como “teoría que se basa en una concepción de la materia como formada por partículas  muy pequeñas e indivisibles, llamadas átomos”.

Pues bien, después de Epicuro, veamos lo que otros pensadores dijeron acerca de la codicia:

Horacio: “Los que codician muchas cosas, necesitarán muchas más”. Voltaire: “Los que creen que el dinero lo hace todo, suelen estar sujetos  a hacer cualquier cosa por dinero”.  Plinio  el Joven :”La codicia de la riquezas ha esclavizado  a los hombres al punto de que parece que éstos no posean las riquezas . sino que sean poseídos por   ellas”. Cicerón:

“El no ser codicioso es ser rico, y el no tener la manía de comprar  es una renta”.

La mitología cita el caso del codicioso rey Midas:  “Rey legendario de Frigia, a quien Dionisio premió su piadosa actitud para con Sileno con el don que había pedido transformar en oro  todo  cuanto tocase. Casi muerto de hambre  y de sed, pidió al dios  que le retirase el privilegio, petición a la que éste accedió”.

En nuestro suelo patrio existen numerosos  casos de la malvada codicia: hay una alcaldesa presa, una funcionaria acusada de nepotismo; un expresidente de la Asamblea Legislativa refugiado México, un expresidente de la República, expresentador de televisión, asilado en Nicaragua, un profesor con toda su familia, también   en Nicaragua. Y sería la de no terminar con los casos de codicia en nuestro país.

  Malvada codicia, vete volando  hasta las oscuras nubes  de lluvia  y disuélvete entre las gotas de esa lluvia ; de esa lluvia que provoca las peores inundaciones.  ¡Sí,  disuélvete  para siempre, codicia indeseable!

Tengamos en mente estas sabias palabras del pensador Vicente Espinel , escritor español. (1550-1624) , que estudió artes  en la Universidad de  Salamanca: “La codicia coge  y ciega todas  las potencias”. ¡Sí, señores!

Maestro, sicólogo, gramático

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