Gustavo Alvarado, de 39 años, es un pequeño comerciante que se desempeña en el rubro de las artesanías. Su familia está conformada por suesposa y sus dos hijas de ocho y tres años; tienen más de dos años de haber adquirido una vivienda en una de las residenciales de La Unión.
Sus ingresos económicos son mejores si se compara a las tablas del salario mínimo establecido en el país; pero eso no le daba la solvencia de contar con el efectivo para pagar la prima de $5,000 para adquirir una vivienda en la residencial; para hacerlo, contó con el apoyo de la familia de la esposa y algo de ahorro.
Alvarado cuenta con dos quioscos de artesanías uno ubicado enfrente del parque central de Conchagua y otro en el parque de La Familia; los ingresos varían de acuerdo a la temporada de las vacaciones que son los mejores meses donde los turistas extranjeros llegan y compran un producto nostálgico.
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Entre el 2019 y 2020 entre la crisis económica por el COVID-19 debido al cierre de la economía, empezaron a prioriza la urgente necesidad de adquirir un lote pequeño, entre el 2020 al 2022 ahorraron $2,000, pero el precio osciló entre los $11,000 y $19,000. Cantidades que no estaban al alcance de sus ingresos de comprarlo y construir una vivienda.
La familia decidió por averiguar los precios y requisitos para adquirir una vivienda valorada en $56,000 de 10X20 metros en la residencial, para ese momento sus ahorros eran de $5,000, la prima para garantizar el interés de adquirir la propiedad era de $10,000 “la familia de mi esposa nos aportó la otra parte del dinero para el pago de la prima y el resto logramos con préstamos en el banco”.
El banco le aprobó un crédito de $46,000 a 15 años plazos con una cuota mensual de $530.00.
“La decisión de adquirir la casa se hizo en el momento cuando no se habían disparado mucho los precios, hoy esas vivienda en la residencial cuestan $80,000; hoy está más difícil para la mayoría de las familias de poder adquirir una propiedad”, agregó Alvarado.
Angélica Lazo, tiene 24 años de trabajar en la alcaldía de La Unión, en el 2002 accedió al crédito del Fondo Social para la Vivienda, considera que en esos tiempos los precios aun eran accesibles en comparación con los que se manejan actualmente.
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En el 2002, su salario era el sueldo base $450.00, ella y otros compañeros aprovecharon que el fondo promovía los programas de créditos para las viviendas, con planes de mejorar sus ingresos dice que logró adquirir una vivienda pequeña en una urbanización que recién se desarrollaba, el precio era de $22,000.
“Me dejaron con una cuota de $65 mensuales algo que considero que estaba a nuestro alcance; pero debido a unas situaciones tomé la decisión de venderle el derecho de la vivienda a otra persona y me pagó lo que yo había invertido”, agregó Lazo.
Lazo, cuenta con casa propia vive en lotificación Cutuco, lamenta que hoy la economía está difícil, a eso se agrega los altos costos para comprar una vivienda vivir alquilando.