Comprar un lote de 10 por 20 varas cuadradas en el departamento de La Unión es inalcanzable para una familia que gana el salario mínimo o para las personas del sector informal del comercio, la construcción y servicios, debido a los altos costos de los terrenos o inmuebles.
Pero, además, el alto costo del alquiler de casas o piezas de mesones, e incluso locales comerciales, también pone en aprietos el bolsillo de los unionenses con menos ingresos económicos.
Para tener una idea de los costos, un lote de 10 por 20 metros cuadrados puede tener un valor de $10,000; pero si el terreno del mismo tamaño está en la franja costera, el precio puede oscilar entre $50,000 a $60,000.
Una vivienda, también en la costa, puede costar entre los $200,000 y $500,000.
En la cabecera departamental de La Unión es difícil encontrar por un monto de $50,000 una vivienda con todos los servicios. Mientras que los lotes, sin ninguna construcción pero con accesibilidad a servicios de agua y electricidad, pueden costar entre $30,000 a $86,000.
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En el municipio de Conchagua, siempre en el departamento de La Unión, desarrollan proyectos privados de lotificaciones, urbanizaciones y residenciales cuyos clientes potenciales son familias que tengan ingresos mensuales superiores a $800 o $1,000.
Empresarios y comerciantes de La Unión expresan que los precios de las propiedades aumentaron a partir de 2005, cuando el gobierno en turno inició la construcción del puerto La Unión; esto generó expectativas por la llegada de grandes empresas y el desarrollo del transporte de mercancías vía marítima. Pero todo ha quedado en expectativas hasta el día de hoy.
A la situación anterior se sumó la crisis económica ocurrida en el contexto de la pandemia global por covid-19.
“Los que realmente compran las grandes casas de los complejos inmobiliarios son la misma gente que están en los Estados Unidos, grandes empresarios o microempresarios que tienen la posibilidad de tener ingresos arriba de los $4,000 mensuales”
En 2020, los costos de las tierras e inmuebles volvieron a incrementarse tras el anuncio de la construcción del nuevo aeropuerto del Pacífico entre los municipios de La Unión y Conchagua, promesa aún no cumplida por el gobierno de Nayib Bukele.
Otro factor que ha influido en el mercado inmobiliario es el régimen de excepción y la captura de pandilleros; en ese contexto, hubo personas interesadas en comprar y otros en vender propiedades en zonas que eran de difícil acceso debido a las pandillas, pero que tras las capturas esa situación cambió.
Mas la escalada en los precios no ha parado ahí, pues tomó otro impulso cuando, en agosto pasado, los gobiernos de Costa Rica y El Salvador anunciaron la puesta en marcha del ferry entre los puertos de La Unión y puerto Caldera, para el transporte de mercadería vía marítima.
Juan Santos Cruz fundó hace 23 años la empresa Grupo Inmovar, dedicada a la venta y alquiler de propiedades con bienes propios y ajenos. El empresario explica que siempre ha existido demanda, porque siempre existe la necesidad de un lugar dónde vivir.
En el 2000, cuando inició Inmovar, había lotes con un valor de $1,000; hoy ese mismo lugar tiene un costo de $33,000 o más, dependiendo de la ubicación, es decir la plusvalía (aumento de precio con el paso del tiempo y mejoras en el entorno); también el tema del cambio de la moneda del colón al dólar fue el primer incremento que sufrió la economía familiar, explica Cruz.
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“Antes había casas que la gente las daba hasta en $500 porque eran lugares inseguros, pero ahora que ha cambiado y está más seguro, esas viviendas ya las están vendiendo hasta en $15,000 a $20,000”,comenta Cruz. Una casa distribuida en dos cuartos, sala, comedor y baño tiene un precio superior a los $40,000, de acuerdo con comentarios de vendedores de propiedades del área.
Santos Cruz dice que quienes ganan el salario mínimo no son candidatos a tener una vivienda de esas, “porque una cuota le está quedando por lo menos de $400, y el salario mínimo es de $365. ¿Qué hace la gente con lo poco que pueda ganar?; la ayuda vía remesas familiares es como pueden ir pagando la cuota”.
El empresario comenta que “todavía antes de la pandemia se encontraban lotes entre $8,000 a $10,000; pero hoy eso le cuesta entre los $30,000 a $40,000, estamos hablando de una propiedad de 200 metros cuadrados”, luego añade: “pero si nos vamos en otras zonas en el mismo departamento, le puede costar más de esas cantidades y esa es nuestra realidad”.
Otros empresarios del mercado inmobiliario coinciden al decir que son los salvadoreños con décadas de residir en los Estados Unidos quienes toman el riesgo de pagar altos costos por una vivienda o lote en el departamento de La Unión u otra zona del país.
El alcalde de La Unión, Óscar Parada, afirma que desde que inició la construcción del puerto los precios de inmuebles han tenido un alza en los precios, explicando que los lotes que antes compraban en $3,000 hoy cuestan $15,000; propiedades que costaban $35,000 subieron a los $120,000.
“Hay mucha gente que ya no va a tener acceso a vivienda, porque no hay que negarlo que el tema de las propiedades se fueron arriba en el precio, ya sean lotes o viviendas”
Juan Santos Cruz, empresario.
“Ha habido un sobrevalor en cuanto a los precios de los inmuebles, y considero que a veces no hay conciencia de las personas que venden las propiedades. Igual esperaría que los compradores puedan solicitar los avalúos necesarios para establecer los precios”, agregó Parada.
En la zona costera de Conchagua, en el cantón El Jagüey, un terreno de 31,951 metros cuadrados, ubicado frente al mar, cuesta $2,750.000. En caserío Playitas, cantón Agua Escondida, La Unión, un lote de 13,978 metros cuadrados tiene un precio de $400,000.