Por Un Legado para Niños y Jóvenes:
Este artículo relata una historia que resalta los riesgos y la importancia de la educación en la vida cotidiana en escuelas y universidades. Esta historia ilumina los riesgos y la relevancia de la educación en las rutinas diarias, en nuestros hogares y en los centros académicos. Estas palabras están motivadas por una amiga que trabaja con niños y jóvenes, quien me dijo que lo vivido por una joven muy querida y cercana a mi persona, tiene un propósito claro para todas las generaciones que es salvar vidas.
En medio de la alegría y vitalidad propia de la juventud, una sombra mortal se cierne sobre aquellos que se aventuran en el peligroso camino de las mal llamadas drogas recreativas. Esta jovencita, como cualquier persona de su edad, disfrutaba con energía de su vida, ansiosa por explorar el mundo y compartir momentos con sus compañeros. Asistió a excelentes escuelas en los Estados Unidos y se benefició de una adecuada educación en su infancia y adolescencia. Terminó la escuela secundaria en 2018 y luego siguió su carrera universitaria motivada a lograr sus objetivos.
Una jovencita fluyente en inglés y español demostró desde temprana edad un interés por servir a la comunidad y un talento para las artes. Trabajó como traductora voluntaria para padres inmigrantes y niños durante sus años en la escuela primaria, y debido a su desempeño, se le otorgó el Premio del Presidente en el año 2012.
Sin embargo, como todos los jóvenes, la influencia de un círculo social que ocasionalmente experimentaba con drogas recreativas la llevó a un trágico desenlace. El día que compartió, influenciada por unos compañeros una nueva forma de cocaína (Calificada en los EE UU como droga recreativa), sin saber que estaba mezclada con FENTANILO, lo que marcó el comienzo del fin.
El FENTANILO, un potente analgésico opioide sintético, se emplea médicamente para tratar dolores intensos, como los asociados con cirugías mayores o enfermedades crónicas. Su impacto en el cuerpo es similar al de otros opioides, pero su potencia supera ampliamente a la morfina y la heroína. A pesar de su uso legítimo en el ámbito médico, el FENTANILO ha traspasado los límites y se ha convertido en un flagelo en el terreno de las drogas recreativas.
Una pequeña cantidad de FENTANILO puede ser letal, y su consumo sin supervisión médica es un juego arriesgado con la muerte. Las consecuencias son devastadoras, como se evidencia en la historia de mi quería amiga.
Esta tragedia destaca de manera desgarradora los riesgos impredecibles que acechan en nuestra sociedad. Estos peligros son a menudo agravados por la complacencia de los gobiernos en turno que persiguen agendas ocultas, lo que agrega un nivel de dolor adicional a la situación.
La tragedia de una estudiante pone de manifiesto un problema más amplio en los hogares, escuelas y universidades, así como en la selección de compañeros y amigos. La influencia del entorno puede ser determinante en las decisiones que toman los jóvenes. Solo en los Estados Unidos murieron más de 100,000 niños y adolescentes en el año 2021 y estas tragedias aumentan año tras año. Por ello, es esencial que los gobiernos e instituciones educativas promuevan un ambiente de conciencia y educación sobre los riesgos de las mal llamadas “drogas recreativas”, ayudando así a los estudiantes de todas las edades a tomar decisiones informadas y responsables para evitar su uso.
Como amigo de esta jovencita, comparto esta historia con un propósito firme; alertar a otros jóvenes y sus familias sobre los terribles riesgos de las “drogas recreativas”. No es un intento por avivar el miedo, sino por sembrar la conciencia sobre las decisiones que pueden llevar a consecuencias irreversibles. Esta historia es un testimonio triste y poderoso de cómo una elección equivocada puede arrebatar vidas y sumir a las familias en un dolor difícil de comprender.
El FENTANILO no es solo una palabra más en este artículo, es una advertencia clamorosa sobre la fragilidad de la vida y la importancia de cuidarnos mutuamente. Honremos la memoria de mi amiga compartiendo su historia, para que niños y jóvenes jamás caigan en las garras de las “drogas recreativas”. La educación, en nuestros hijos y en la familia, la prevención y el diálogo abierto en nuestras comunidades son herramientas cruciales para construir un futuro en el que las tragedias como la de esta joven sean evitadas y la juventud esté protegida de los peligros que acechan sus vidas
Debemos recordar que nuestra responsabilidad como padres y adultos es crear un mundo de convivencia y felicidad para nuestros hijos y nietos libre de “Drogas Recreativas”.
Ricardo Panzacchi
Amigo y hoy defensor de Jóvenes