La Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina (AUSJAL) expresó su “más enérgico repudio” a la confiscación de la Universidad Centroamericana (UCA) de Nicaragua a manos del régimen de Daniel Ortega.
La UCA fue confiscada el miércoles tras ser calificada como “terrorista” por el régimen de Ortega, que pocos días antes le había congelado sus cuentas.
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“Este triste episodio no sólo atenta contra la autonomía universitaria y la libertad académica. sino que también es un claro ejemplo de la violación de derechos humanos fundamentales para la salud de toda sociedad democrática”, dice el pronunciamiento de la entidad regional.
En este sentido, insta a la comunidad internacional a unirse en condena de estas acciones antidemocraticas v a exigir el respeto de los derechos fundamentales en Nicaragua, así como llama al régimen de Ortega que cese “de inmediato” la ocupación de la UCA.
“Exhortamos a la comunidad internacional, a los líderes regionales y a las organizaciones defensoras de los derechos humanos a unirse en la defensa de la democracia en Nicaragua. El desafío consiste en trabajar por la restauración de un sistema de gobierno basado en la libre participación ciudadana y en el respeto de los derechos de todas y todos los ciudadanos”, dice el comunicado.
La AUSJAL recalca que la UCA por más de 63 años “ha formado jóvenes visionarios pese al embate que hoy promueve el régimen que gobierna en Nicaragua”.
La confiscación afecta a más de 5,000 estudiantes y 500 docentes, según informó oficialmente.
La entidad recordó que la democracia es un sistema que descansa en el respeto a las libertades individuales. la separación de poderes, la transparencia y la participación ciudadana. “La toma violenta de una institución de educación superior por fuerzas gubernamentales contradice fundamentalmente estos principios”, sentenció.
AUSJAL recuerda que una universidad debe ser siempre un espacio de dialogo, aprendizaje y crecimiento intelectual. Por ello, su autonomía es esencial para la promoción de la diversidad de pensamiento y el desarrollo de la vida democrática.
“En este momento crítico, expresamos nuestra solidaridad con los estudiantes, profesores y personal de la UCA, quienes enfrentan esta difícil situación”, subrayó.
La asociación de universidades jesuitas pide que se permita que la comunidad académica recupere su libertad y su capacidad de contribuir al desarrollo intelectual y social del país.
“En momentos como este es crucial mantenernos firmes en nuestro compromiso con los valores democráticos y los derechos humanos. La lucha por la libertad y la justicia en Nicaragua es una causa que trasciende fronteras, y estamos comprometidos a apoyarla en todos los niveles posibles”, dice la asociación.