Cerca de 32.000 niños y jóvenes murieron violentamente en Honduras entre 2010 y 2022, y alrededor del 95 % de los casos siguen impunes, informó este sábado el Comisionado de los Derechos Humanos, Blanca Izaguirre, quien abogó por políticas públicas e inversión social.
Del total de niños y jóvenes asesinados, alrededor de 27.700 tenían entre 18 y 29 años, y 4.200 eran menores de 17 años, indicó el organismo hondureño en un comunicado.
Señaló además que la niñez y la juventud de Honduras es uno de los sectores “más vulnerables a la violencia” debido a la “deficiente atención” del Estado.
Izaguirre destacó la necesidad de desarrollar “políticas públicas y de inversión social” encaminadas a fortalecer la familia como “núcleo social” para enfrentar la violencia que afecta a los niños y jóvenes.
Cuestionó también la “deficiente atención” del Estado hacia la infancia y juventud en las últimas décadas, lo que los condena a la pobreza y la falta de oportunidades.
La Defensora del Pueblo expresó su preocupación por la “persistencia de una visión represiva” hacia los niños y jóvenes a través del “endurecimiento de las leyes penales sin tomar en cuenta los problemas estructurales” de la violencia.
Por ello, instó al Estado hondureño a “priorizar” políticas de prevención de la delincuencia juvenil en lugar de políticas represivas, erradicar la pobreza, las desigualdades y las diversas manifestaciones de violencia que afectan a esa población.
“Se deben establecer acciones e iniciativas tendientes a evitar la violencia contra la niñez y la juventud”, subrayó Izaguirre, que urgió a las autoridades a “visibilizar” en la agenda del país a los niños y jóvenes.
Según la Unidad de Estadística del organismo de derechos humanos, los niños y jóvenes son las “principales víctimas” de la violencia en Honduras, donde muchos de los casos ocurren en su entorno familiar.
El organismo hondureño registró entre 2022 y mayo de 2023 alrededor de 80 denuncias por violaciones a la integridad física de menores de 18 años, el 73 % de los casos las víctimas eran niñas.
El 65 % de las víctimas denunciaron abuso sexual, 24 % amenazas de muerte y 11 % maltrato físico, agregó la institución hondureña, que detalló además que el 81 % de las víctimas murió a causa de heridas de arma de fuego usadas por los agresores y el 75 % de los hechos ocurrió en la vía pública.
La violencia criminal en Honduras deja un promedio de entre diez y quince muertes diarias, según organismos de derechos humanos y fuentes policiales.