Son las mismas familias disfuncionales. Desintegrado es todo aquello que se desintegra, que se disuelve, que desaparece. Y disfuncional es prácticamente lo que no funciona.
Una familia desintegrada o disfuncional vendría a ser aquel grupo familiar en que sólo la madre, por ejemplo, es el sostén del hogar, porque el padre, o falleció, o irresponsablemente se fue de la casa para no volver.
De acuerdo a la Sociología, ‘familia’ es un grupo de personas emparentadas entre sí que viven juntas. Conjunto de ascendientes, descendientes colaterales y afines de un linaje. Parentela inmediata, especialmente el padre, la madre y los hijos.
Los sociólogos han investigado que, generalmente, una familia desintegrada puede originar problemas en los hijos, como alcoholismo, drogadicción, delincuencia u otra forma de conducta irregular.
Todo lo contrario, una familia integrada –padre, madre e hijos- denota responsabilidad, unidad familiar granítica, amor, probidad, honradez, plenitud, moralidad, pureza, castidad, generosidad, cualidades que, en sí, forman una familia ideal.
Veamos lo que algunos intelectuales famosos dijeron acerca de la familia:
Francis Bacon: “El amor a la patria empieza en la familia”. Giusseppe Mazzini: “Los únicos goces puros y sin mezcla de tristeza que le han sido dados sobre la tierra al hombre, son los goces de la familia”. Lacordaire: “¿Qué es una familia, sino el más admirable de los gobiernos?”. Benjamín Franklin: “La paz y la armonía constituyen la mayor riqueza de una familia”. Roque Barcia: “La familia es el nido del amor”.
Quien estas líneas escribe procede de una familia desintegrada, pues su abnegada madre, una digna maestra, lo crió a él y a su hermano, porque el padre desapareció para siempre, dejando al par de hijos pequeños. Y ella, pues, fue padre y madre, que con sacrificios los sacó adelante, hasta formarlos como profesores. ¡Admirable mujer!
Pero hay ejemplos excepcionales, como el caso de un amigo, huérfano de padre y madre, que lo crió una tía, vendedora de ropa en el mercado, y que de niño, a los 8 años, vendió periódicos; luego, fue lustrador frente al parque; enseguida, trabajó en una panadería y salía a vender pan francés.
Él –muy inteligente, por cierto- con esfuerzos sacó su bachillerato e ingresó a la Universidad de El Salvador, hasta obtener su título de Y casos como éste hay muchos en nuestro medio. Bien, pero volvamos a la familia.
Nada mejor, pues, como pertenecer a una familia integrada. El psicólogo Marcelo E. Fayard, en su libro “La clave de la felicidad y la salud mental”, Ediciones Internacionales, California, EE. UU., 1950, dice acerca de la familia:
“La familia integrada, unida, es feliz porque en ella se practica un arte vinculado con la capacidad de reconocer la belleza y la bondad de las cosas sencillas”.
O como dice nuestro poeta, abogado y escritor David Escobar Galindo –quien reconoce que procede de una familia desintegrada-: “Los que crecimos en familias desintegradas debemos hacer esfuerzos constantes para que nuestras propias vidas se vuelvan la mejor escuela”.
Seamos humildes
Sí, practiquemos la humildad, que es un tesoro para el alma y un diamante para el espíritu. Porque la soberbia entorpece la razón y constriñe el corazón. El soberbio, además de ser pobre de espíritu, es escaso en sabiduría y en entendimiento.
Uno de los más ilustres personajes de la historia fue Abram Lincoln, de origen humilde, criado en la campiña. Político estadounidense. De formación autodidacta, en 1836 se graduó como abogado, Elegido diputado para la Cámara de Representantes de Illinois (1834-1842 ), manifestó en sus intervenciones una actitud contraria a la esclavitud, aunque también se opuso a su abolición por parte del Gobierno federal.
Diputado en el Congre so (1847-1849), Lincoln perdió popularidad por oponerse a la guerra con México, y por ello no fue reelegido. Ya como presidente de los Estados Unidos, fue asesinado por el extremista sudista (del Sur) Johon Wilkes Booth
Otro personaje que demostró humildad y desprendimiento de las cosas materiales, fue Diógenes de Sinope (-413 a -32,) filósofo griego, máximo representante de la escuela cínica. Discípulo de Aritístenes, destacó por su vida austera y por su desprecio de toda convención social, consideraba que las ciencias no eran válidas para obtener la felicidAD.
Diógenes tenía como hogar una especie de tonel especie de tonel (barril grande). Cierta vez vio a un niño beber agua de una fuente en el cuenco de sus manos . Entonces, tiró al suelo el huacalito que usaba para beber, y en lo sucesivo, bebió en el cuenco de sus manos, dando a entender que era más práctico y fácil de esa forma.
En otra ocasión, descansando sobre un césped, se le acercó el Rey de la comarca y le dijo: “Diógenes , ¿Dime qué quieres de mí? Pídeme lo que quieras. Y Diógenes le contestó: ¡Que te quites de mi presencia para que me dejes pasar la luz del Sol!
Maestro, sicólogo, gramático.