Ana (nombre ficticio) tiene 18 años. A los 13 se fue de su casa a vivir con quien ahora es su esposo, de 46 años.
Relata que él la llevaba a la iglesia junto a su prima y siempre se comportó muy amable con ellas, por lo que siempre pensó que solo eran amigos.
Sus dos hermanas mayores también se acompañaron a los 13 años, huyeron de su casa, después que sus hermanos abusaron de su hermana mayor y también trataron de abusar de ella.
“Mi otra hermana se salvó porque se acompañó rápido. Cuando mis hermanas se fueron, solo yo quedé de hembra en la casa. Entonces mis dos hermanos trataron de abusar de mí, no lo lograron porque yo me resistía, luchaba para que no me maltrataran. Un día me pegaron tanto en casa de mi tía que le conté a él (quien ahora es su esposo)”, continúa.
Ana recuerda que fue entonces que su esposo le propuso que se fuera a vivir con él. “Acompañémonos ya”, fueron sus palabras.
Poco después nació su hija. Ana relata que aún después de convertirse en mamá ella seguía con el interés por continuar sus estudios. “Mi vida es él y mi hija”, añade.
Ana forma parte de las estadísticas de niñas y adolescentes que viven en condiciones de vulnerabilidad en El Salvador y que han tenido que enfrentar un embarazo a temprana edad.
De acuerdo con el Mapa de Embarazos en niñas y adolescentes El Salvador 2023, que comprende datos hasta 2022, publicado por el Fondo Poblacional de Naciones Unidas (UNFPA), aunque se han tenido avances importantes en la disminución de esta problemática en el país, aún hay mucho camino por recorrer, pues por cada niña o adolescente embarazadas hay una persona a quien se limitan sus derechos .
En su investigación la UNFPA reúne cifras oficiales de instituciones como Ministerio de Salud, el Ministerio de Educación Ciencia y tecnología, el Instituto de Medicina legal, el Consejo Nacional de la Primera Infancia Niñez y Adolescencia (CONAPINA) y la Oficina Nacional de Estadísticas y Ciencias del Banco Central de Reserva.
El documento permite medir la evolución de esta problemática, profundizar sobre las causas y sus consecuencias, así como generar recomendaciones tanto al Estado como garante del bienestar y sano desarrollo de este grupo poblacional como a los gobiernos municipales.
De acuerdo con las estadísticas, en los últimos ocho años, en el país se ha reducido los embarazos en niñas y adolescentes en un 50%. En 2022, en este periodo en El Salvador se registraron 133,853 embarazos en este grupo poblacional, de los cuales 6,130 fueron en niñas menores de 14 años.
Durante este periodo, los avances más grandes se han tenido en el grupo de 10 a 12 años, con una reducción del 60%, mientras que las reducciones más estrechas se han reportado en adolescentes entre 15 y 17 años con una reducción del 54.8% y en las adolescentes de 18 a 19 años con una baja del 43%.
Solo en 2015 se reportaron 24,944 casos mientras que en 2022 esta cifra tuvo una reducción de 14,592 casos, cuando se registraron 10,352. La tasa por cada mil niñas y adolescentes pasó de 38.4 a 19.1.
Ahuachapán el departamento con la tasa más alta de embarazos
Para 2015 se registraban 68 embarazos por día en adolescentes. En 2022 esta cifra se redujo 40 casos. El año pasado hubo 28 embarazos por día en adolescentes.
A nivel internacional, el país también ha tenido importantes avances. En 2000, El Salvador era uno de los 50 países del mundo con las mayores tasas a nivel mundial de embarazos en adolescentes, un panorama que cambió para 2023, cuando el país pasó a formar parte del ranking mundial.
Los investigadores concluyen que se está por buen camino y que el país está “en un momento demográfico” en el que puede acelerar la tendencia a la baja.
“Esto debería tener implicaciones en la distribución de la inversión que se precisa en las diversas políticas sociales como por ejemplo en la educación”, concluye el documento.
Sobre la tendencia por departamento se puede ver que Ahuachapán (28.9%) es el que mantiene la tasa más alta por cada mil niñas y adolescentes. De los 14 departamentos, 8 superan el umbral de los 20 puntos. Le siguen Sonsonate (26.8% ), Santa Ana (20.1%,), Cabañas (21.6%,) La Paz (21.6%,) Usulután (21.9%,) Morazán (23.6% ) y La Unión (23.5%,).
Mientras que en San Miguel es del 18.1%, San Salvador del 19.3%, Cuscatlán del 19.2%, La Libertad con el 18% y Chalatenango con el 17.3%
Actual relentización en descenso de los datos
La UNFPA considera que aunque estos datos reflejan el buen trabajo que se ha venido desarrollando, El Salvador ha experimentado una reducción histórica más lenta en los niveles de fecundidad reportados en la población de 10 a 14 años y en la adolescencia de 15 a 19 años, y se deben adoptar medidas diferenciadas en el abordaje para cada uno de estos grupos.
Basado en el comportamiento actual de las inscripciones prenatales entre 2019 y 2022, alerta sobre una reciente ralentización del ritmo de descenso que se da después de la pandemia del covid-19.
En la actualidad es menos frecuente ser madre durante la niñez y la adolescencia. En 2021, el 36.8% de las mujeres de 40 a 49 años había tenido su primer hijo antes de los 20 años, mientras que de 15 a 19 años solo el 6.6% lo había hecho.
Cabe mencionar además que la prevalencia de mujeres entre 15 y 49 años que tuvieron su primer hijo nacido vivo entre los 10 y 19 años es mayor en el área rural el (33.6% ) por sobre el área urbana (26%).
El bajo nivel educativo prevalece además en la prevalencia de la maternidad temprana. Un tercio de estas mujeres que tuvieron su primer hijo entre los 10 y los 19 años no han cursado ningún grado de educación secundaria.
Tres grandes causas
El estudio establece que en la actualidad hay “tres círculos de vulnerabilidad “que inciden en las estadísticas de los embarazos en estas etapas de la vida: uno es el establecimiento de uniones tempranas, con un bajo uso de anticonceptivos, la vida sexualmente activa en condición de noviazgo y sin experiencia conyugal y la violencia sexual contra niñas y adolescentes en espacios públicos y privados.
Para el caso, el 8.4% de las mujeres o de las niñas y adolescentes están en unión conyugal en la zona urbana y en la zona rural son el 14.9%; : el 25.3% de las adolescentes entre 15 a 19 años, en 2121, tenían relaciones sexuales con su con su novio, en ambos casos se observó la falta métodos anticonceptivos; el 23.5% , entre 15 años o más, fue víctima de algún hecho de violencia sexual en el último año, esto según datos de la Encuesta Nacional de violencia sexual contra las mujeres 2019.