ENTREVISTA: La tenacidad y esfuerzo detrás del oro de Gabriella Izaguirre

A casi una semana del oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Gabriella Izaguirre, quien venció 5-4 a la colombiana Sofía Cárdenas, la sonriente karateca de 20 años platicó de todo con CANCHA, sobre los esfuerzos y sacrificios de una vida entregada al deporte y qué se viene en su futuro.

Izaguirre ha tenido desde siempre a Jorge Merino como el karateca que la inspira, sueña con que el karate sea deporte olímpico en 2026 y se emociona al hablar del apoyo de su hermana (y también deportista en karate), Estefany, además de asegurar que ganó el oro en la competencia más compleja que ha tenido en su carrera. Eso sí, la sonrisa y el buen ánimo no los perdió durante la charla.

¿Cómo surgió la curiosidad por el karate?

El karate no fue el primer deporte que pratiqué, sino que fue el ballet, desde bien pequeñita a los tres años, vivo en Ayutuxtepeque, había clases de verano (de karate), mis papás (José Izaguirre y Ana Luz Galdámez) decidieron llevarme, primero a ver y cuando estaban platicando con el sensei, yo ya estaba en el tatami, eso fue a los cuatro años, iba poco a poco, mis papás me apoyaron al 100% desde el primer día, he hecho natación y gimnasia a un lado del karate y siempre lo he elegido, llevo casi 17 años practicando este bonito deporte.

¿En qué momento dijiste me voy a quedar en el karate?

Fue a los 10 años, me agregaron a la preselección juvenil, veía ganar a los adultos y recuerdo bien marcado que las selecciones usaban el uniforme de El Salvador, siempre me gustó y fue mi sueño tener el uniforme, me preparé con todo y de manera profesional lo hice desde 2015, con mi primera competencia que hice, un Centroamericano y del Caribe con 12 o 13 años, que gracias a Dios gané oro en mi primera participación y así he seguido hasta ahorita.

¿Cuáles han sido los sacrificios que te ha implicado el deporte desde pequeña edad?

Ha sido muy difícil, llevar el estudio y el deporte a la par es bien difícil, no solo yo, sino que mis dos hermanas también practican karate y ya está en la familia, mi familia me apoya en todo, hubo momentos donde me despertaba muy temprano para estudiar, me dormía noche por las tareas, ahora me toca difícil, pero es cuestión de organizarse, siempre he dicho que podemos lograr todo cuando se trabaja por ello, estoy estudiando, entrenando y doy clases de karate, todo este sacrificio y esfuerzo vale la pena al final y por eso he dado esta medalla de oro al país.

Eras una de las grandes candidatas de los juegos, ¿cómo es manejar esa situación?

Ha sido una de las competencias donde más nervios y presión he tenido, he participado en mundiales, clasificatorios olímpicos, pero es donde más nerviosa he estado, porque era en casa, muchas personas confiaron en mí, era una presión desde el primer día en el pabellón, ya había barra, fueron tantos nervios juntos que me hicieron llorar, quería hacerlos sentir orgullosos a todos y esa presión la pude convertir en algo bueno, en un compromiso y tenía que darlo todo en las peleas, cada punto lo celebraban y en la final se levantaban, en el 4-4 todos gritaban y me dio mucha confianza, la medalla no solo es mía, sino que del pueblo salvadoreño.

Vamos a esos últimos 10 segundos, con el combate empatado, ¿cómo se manejó y qué pasó al colocar el último yuko?

Con ella ya había peleado, fue hace unos meses y quien ganaba clasificaba a los Panamericanos, ambas nos conocíamos, tenía una estrategia, que ella iba a esperarme, si atacaba me iba a anticipar, la puse en práctica, iba ganando 3-1, pero hubo un momento en que se empató a cuatro, aunque la primera que atacaba tenía el Senshu (punto imaginario que desempata), de haber quedado así hubiese ganado, pero no era lo mismo.

En esos últimos 10 segundos estaba tranquila, había sentido que coloqué el punto, pero no había visto las banderas, escuché los gritos, vi las banderas y me dieron el punto, con eso me alivié, pero a falta de un segundo me barrió, aunque me agarré para que no le marcaran la técnica y ya cuando terminó el tiempo la solté. Las emociones estaban al mil y es algo que nunca voy a olvidar.

Tu hermana Estefany estaba emocionada y de repente ya estaba a tu lado, ¿cómo ha sido el apoyo de ella no solo como atleta, sino como hermana también?

Ella ha sido una de las partes más vitales de mis logros, ha estado en las medallas más importantes, cuando gané el bronce (mundial), en este oro, ha sido un apoyo super grande, es una motivación viajar con ella, logrando medallas juntas. Ahora estamos esperando a mi otra hermanita, Daphne, que también está entrenando, a ver si llegamos a hacer Kata en equipos, sería muy bien. Ya hemos compartido finales con Estefany, es algo que no puedo explicar, me siento muy orgullosa de ella, me pongo más nerviosa con ella que cuando yo misma compito y capaz le pasa lo mismo, ver la emoción de ella y que ella diga que soy su modelo a seguir me motiva muchísimo, lo sabe que es gran parte de los logros.

¿Este oro es lo más importante de tu carrera?

Ha sido lo más grande, porque son los Juegos que superan a todos los campeonatos, además de ser en casa, tiene un valor sentimental extra, he sufrido muchísimo, porque incluso, una semana antes de competir no había entrenado nada, porque vine de Japón (de una base de entreno) a una concentración en San Miguel y me enfermé feo, no podía hacer nada, estaba desesperada por competir y necesitaba entrenar, pero logré calmarme, sabía que ya estaba hecho todo y ha sido la competencia más difícil desde lo mental y lo físico, gracias a Dios se logró el resultado.

¿Quiénes están detrás de Gabriella, además de tu familia?

Todo comenzó con Jaime Ávalos me ha entrenado desde la selección juvenil, así como Williams Serrano, Gamaliel Pérez, ahora con los extranjeros Javier Ferreira, que estuvo conmigo en la final, más Eddy Aceituno de Guatemala que ha apoyado, así como el presidente de la federación de karate, Oswalds Mata, más INDES y COES, que sin ese apoyo no hubiese logrado esto. También tengo un preparador físico, como Vicente Ormazabal desde Chile, con su ayuda he mejorado en lo físico y lo mental, estoy agradecida con este equipo que tengo.

¿Qué desea Gabriella seguir ganando?

Mi primer objetivo son los Juegos Panamericanos, porque desde que vi ganar a Jorge Merino en Toronto me propuse ser la primera (karateca) en ganar medalla de oro, y estoy trabajando por eso, también quisiera ser la primera en ganar una medalla de oro en mundial adulto, ahorita hay bronces de Jorge y mío, pero quiero ese oro, es mi sueño. También hay que esperar que el karate llegue a Juegos Olímpicos, tal vez se logra para Los Angeles 2026 y si es así, sería mi mayor sueño, representar y dejar a lo más alto al país en Juegos Olímpicos.

¿Dónde está el karate salvadoreño a nivel panamericano?

Hemos mejorado mucho con la nueva generación, por ejemplo mi hermana peleó muy bien y estuvo a un pelito de clasificarse a Panamericanos con 18 años y en su primera vez peleando en adultos. Tenemos mucho talento y sé que con el apoyo de la federación, INDES y COES vamos a llegar muy lejos, ahora vamos comenzando y en los siguientes años se verán los resultados. Estoy segurísima que próximamente seremos potencia a nivel panamericano.

¿Cómo es un día común de Gabriella?

Me levanto a eso de las 4:50, me alisto para el entreno de 6:15 a 8:00 a.m., llego a casa a estudiar, lo hago de forma virtual y debo aprovechar cada momento libre, luego almuerzo y de 2:00 a 3:00 p.m., tengo entreno de selección, de 4:30 a 6:00 p.m. hago el otro entreno, hay días donde hago gimnasio por preparación física, llego a casa a eso de las 8:00 p.m. a estudiar y hacer tareas, no me queda tiempo para nada más. El sábado doy clases con mi papá y con mi hermana, que me apoyan y el domingo, si no hay competencias, descanso lo más posible.

Eres una influencer, prácticamente, con miles de seguidores, interactúas mucho con los seguidores, ¿cómo te manejas en redes sociales?

Es difícil, porque hay que buscar tiempo para hacerlo, siempre me ha gustado compartir lo que hago, los entrenos, me dicen que comparta las rutinas, me piden consejos y eso me gusta, porque a algunos los inspira y eso me motiva, porque muchas personas de todas las edades me ven, eso me anima a seguir entrenando y compartiendo las cosas, porque si puedo hacer algo bueno por el país y por los que me ven, lo hago con gusto y todos los días trato de compartir. En los Juegos he subido como 13,000 seguidores, tengo una comunidad muy buena, todos los comentarios son positivos y motivantes y es algo que siempre agradezco.

Haciendo referencia a una reciente historia (y que se hizo viral), ¿cuántas medallas hay en tu cuarto?

Hay más de 500, no sé el número exacto, pero superan las 500.

En el video hay una idea de dónde podría ir la medalla de oro de los Juegos, ¿cómo la guardarás?

Esa parte la maneja mi mamá, todas las medallas que gano digo que son de ella, es muy feliz con su colección y ella es quien tiene la iniciativa de colocar en cuadros la medalla del Mundial, la Espiga Dorada. Antes de competir me dijo que tenía que ganar la medalla porque ya tenía un lugar para colocarla. Hay incluso medallas que no he puesto y debo organizarlas aún.

Ver las medallas es parte de tu inspiración al despertar…

Totalmente, hay un espacio donde están las más importantes y eso me inspira, porque las veo y digo que si he podido, puedo hacerlo y seguir representando al país en lo más alto, por eso cuando me siento mal o no me salen las cosas las tengo arriba y eso me motiva.

Finalmente, un mensaje a los salvadoreños

Hay que ponerse sueños, soñar mucho y en grande, así como ponerse metas y propósitos, que sigan trabajando hasta lograrlo, a pesar que hay altos y bajos, pero es parte del proceso.

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