La “fuerte diplomacia” de la comunidad internacional está teniendo, como contrapartida, que las dictaduras se han fortalecido, lo que vemos no sólo en nuestra región sino a nivel global: los enloquecidos ayatolas iraníes en lo que va del año han ejecutado más de trescientas personas y, de no darse un milagro, pueden ahorcar un jovencito de veintidós años, un hecho que ha llevado a que se recojan firmas (con nombre, apellido y nacionalidad) para salvarle la vida.
Pero como sucede en Nicaragua, en el Triángulo Norte de Centro- América, en Venezuela y Afganistán, en Birmania, las dictaduras van de horror en horror, haciendo de la tortura, las condenas amañadas, los cargos ficticios sobre “espionaje” o “lavado” el instrumento para acabar con la disidencia y someter a los pueblos.
El último de los inauditos atropellos de los talibanes es prohibir que operen salones de belleza, todo para hacer “renacer” la sociedad musulmana “en su plena pureza” como fue hace mil setecientos años…
El horror que es la vida de la gente en muchos países y regiones se sostiene en el “principio de no intervención”, lo que vale para que una democracia no intervenga a favor de un pueblo sometido y torturado pero que no inhibe a iraníes, venezolanos chavistas, al convicto de corrupción Lula a revolver a sus vecinos.
Lula, quien parió el autollamado “Foro de Sao Paulo”, un diabólico esquema para destruir democracias en nuestro Hemisferio, dice que es “un honor” que les digan “comunistas”, como lo fueron Stalin, Castro, Pol Pot y tantos otros carniceros del siglo XX y del presente, que engañaron a pueblos enteros hablándoles de los “paraísos de los obreros y campesinos” y terminaron empobreciéndolos y condenándolos a la represión, al hambre y la miseria.
Los iraníes, además de ahorcar a cualquiera, incluyendo mujeres que no usan velo y se cortan su cabello, sostienen grupos terroristas en el mundo entero, financiando entre otros a la banda Hezbollah que opera en Líbano y persigue a los cristianos del país, a la par de contribuir a la tragedia de Afganistán y suministrar drones al criminal de guerra y envenenador Putin.
Es del caso señalar que parte del poder de los talibanes se basa en la producción de heroína, la droga que enloquece a quien tiene la desgracia de consumirla…
Putin planifica meter mano en la central nuclear de Ucrania
Hace pocos días el dictador chino Xi Jinping y el criminal y sicópata Putin se reunieron en un evento, uno de los tantos de la cofradía de dictadores de nuestro tiempo, los dráculas de la actualidad. Lo que una persona con un mínimo sentido de decencia no haría, forjar amistad con criminales, es lo que tantos oportunistas no encuentran reprochable, que es prestarse para que dictadores de la peor calaña perpetren toda clase de crímenes.
Modi, el primer ministro indio, no tuvo empacho en abrazar a Putin, un monstruo que ha secuestrado, según informa el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, a doscientos mil niños ucranianos, los que seguramente están sometidos a lavados de cerebro y cosas peores, como sucedió a los niños judíos bajo los nazis.
Putin adicionalmente amenaza con sabotear una central atómica en Ucrania como parte de su infernal plan de destruir hasta los cimientos el país, dado el desastre de su “operación Zeta” que según su podrida mente iba a dominar esa democracia en cosa de dos semanas…
Pero el poder del sicópata Putin está resquebrajándose, a lo que se agrega el hecho de que la economía rusa cada vez da mayores señales de un deterioro irreversible…