Por más que se esforzó en cuidar su cultivo de maíz, la producción le dejó pérdidas al agricultor Daniel Moreira, quien encuentra la raíz del problema en la semilla H-59 que el Ministerio de Agricultura (MAG) ha entregado.
“Aclaro que no estoy en contra del gobierno, solo digo lo que sé, pero es que ningún productor sabe el origen ni componentes de la semilla de maíz H-59”, dice con sinceridad Moreira, agricultor de San Miguel.
“Al parecer es lo único más económico en el mercado para comprar y destinarlo a los agricultores. Agradecemos el esfuerzo, pero debo decir que eso no nos ha funcionado, esa semilla no hace prosperar los cultivos, y lejos de producir, nos ha generado pérdida por el gasto de insumos”, .
Las palabras de Moreira resonaron en un nutrido grupo de agricultores y ganaderos de oriente que asistieron al Foro Nacional Agropecuario, organizado por la Asociación Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (CAMPO), la Mesa Agropecuaria Rural Indígena (Mesa Agropecuaria), la Asociación Nacional de Productores Rurales de El Salvador (ANPRES) y el Frente Nacional Agrario (FNA).
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Agricultores que participaron en el foro coincidieron al decir que década tras décadas “han sido el sector más olvidado y discriminado” pese a la labor tan importante que realizan a diario, producir alimento.
Para respaldar su queja, señalaron que en este gobierno ha ocurrido el cambio por 4 ocasiones de la persona que ocupa el cargo de ministro de Agricultura y Ganadería, y en 5 ocasiones de quien funge como viceministro, y ninguno ha sido capaz de entender la problemática, darle la importancia al agro y soluciones a todo lo que han tenido que enfrentar, adquiriendo deuda tras deuda, expusieron durante el foro celebrado en San Miguel, el miércoles pasado .
“Soy agricultor de sandía de La Unión, el departamento del país que más produce esta fruta, y he tenido que comprar el agua para hacer los regadíos, menos mal con estas pocas lluvias se ha logrado mantener la cosecha, pero casi se estaba perdiendo a raíz de la sequía actual por el fenómeno de El Niño”, expresa Eliezer Benítez.
Benítez añadió que la mayoría de agricultores espera la siembra postrera para invertir en los cultivos con la esperanza de un buen invierno, “pero cuando hay sequía o mucha agua las pérdidas son devastadoras”, lamentó el agricultor unionense.
Los participantes en el foro coinciden en que es urgente que el Gobierno busque estrategias para ayudar a los agricultores, y pusieron de ejemplo el caso de la exportación del frijol , cuya cantidad y precio se ve afectado por la disponibilidad de importarlo. “Como país no podemos estar a esperas que otro cargue con el problema, cuando los mismos salvadoreños podemos producir nuestro mismo alimento; solo necesitamos el apoyo del Estado”, dijo Benítez.
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A inicios de marzo, el presidente de CAMPO, Luis Treminio, señaló que para el ciclo de cosecha 2022-2023 hay un déficit entre lo que se produjo y lo que se consume en el país.
Añadió que los granos más golpeados por este déficit son el maíz, el frijol, el arroz y el sorgo pues, para el caso del maíz, el consumo nacional para el ciclo ronda los 18 millones de quintales, cuando la producción cerró en 15 millones de quintales.