Al mediodía del sábado personas lesbianas, gais, bisexuales, transgéneros, intersexuales, queer y otros (LGBTIQ+), además de personas que se identifican con la causa, se reunieron en el bulevar de Los Héroes, a la altura del Condominio Los Héroes.
En ese lugar fue donde, durante la década de 1990, funcionó la Discoteca Oráculos, uno de los primeros espacios considerados “seguros” para esta población.
Aproximadamente 3,000 personas caminaron hasta la 49 avenida sur, se incorporaron a la avenida Olímpica hasta empalmar con el Salvador del Mundo por la Alameda Manuel Enrique Araujo.
Reclamos de la población diversa
Francisco Castro, un joven arquitecto asegura que ser abiertamente gay le ha repercutido en su plano laboral. “Una de las cosas que más me limita es que consideran que una persona gay no tiene la fuerza para poder mandar”, explicó.
Por su parte Kathia Medina, una mujer lesbiana, aseguró sentirse vulnerada en su libertad de expresión. “Cada vez que tú salís a un restaurante la gente se te quedan viendo si tomás de la mano a tu pareja”, describió.
Otros derechos como la identidad de género y el matrimonio igualitario, son demandas que esta población sigue demandando en 2023.