Por L. Puente
Para las familias salvadoreñas sentarse a comer es sin duda un momento especial. Compartir la mesa es algo que naturalmente se disfruta, no solo por la comida típica; sino también porque es la oportunidad de relacionarse y compartir con los seres queridos.
En cada casa, usualmente, se alarga el tiempo que se permanece en la mesa, es una de las buenas costumbres y tradiciones por excelencia en el país; pues se aprovecha esa oportunidad cálida y acogedora para recordar, reír y por supuesto, para sentirse en confianza. En este sentido, te compartimos: