La gravedad de la tragedia del Cuscatlán y la memoria de las nueve víctimas -según el último reporte de Fiscalía- de la noche más terrible del fútbol salvadoreño obligaban al duelo general del deporte en su conjunto. Pero la suspensión del torneo de Primera División no fue como señal de duelo sino por una cuestión pura y exclusivamente económica. Los equipos no estaban dispuestos a jugar a puertas cerradas y la Fesfut no estaba dispuesta a abrirles las puertas. Fin del torneo.
Los equipos no querían más cuentas en rojo, pero esos mismos equipos son mayoría en cuentas en rojo. Los comunicados de los futbolistas denunciando distintas deudas y atrasos en los salarios en más de la mitad de los equipos de Primera fueron los protagonistas de la semana. Un dato, se viene la renovación en la Asociación de Jugadores (Asofutproes), cuyo presidente saliente, Carlos Carrillo animó a los jugadores a no tener miedo a demandar. Con las nuevas autoridades que se vienen en esa Asociación, esperemos los jugadores tengan el peso decisivo que merecen en esta y cualquier otra liga.
El fútbol femenino y las reservas fueron llevadas por el viento de las suspensiones en el fútbol, sin que nadie supiera explicar bien por qué se terminaban sus torneos. Con un caudal de gente mucho menor que el fútbol de Primera, “pagaron justos por pecadores”. Las generales del fútbol, eso sí, no acaparó a las ligas de Segunda y Tercera División, que continúan con sus torneos, hoy en instancias decisivas.
Por si no lo viste: “El jugador debe perder el miedo a demandar”, Carlos Carrillo
Finalmente, de nada servirán estas suspensiones –las de Primera, Femenina y Reservas- si las reformas venideras no son lo suficientemente serias y amplias para cambiar radicalmente la seguridad en los estadios, algo más que complicado por la deficiente infraestructura de la mayoría de los escenarios deportivos de nuestra primera división. “Estamos claros que ninguno de los estadios presenta las condiciones para jugar, no somos bobos”, fue otras de las frases que dejó el propio Carrillo presidente de la (Asofutproes), Carrillo.
Si de algo debe servir este punto más bajo del fútbol salvadoreño es para empezar a cambiar de verdad y sentar las bases de un fútbol más profesional, más serio, más seguro. Para el bien de todos.