PUESIESQUE…como es común en dictaduras, los detentadores del poder montan una maquinaria de propaganda y desinformación, sostenida y aceitada con ingentes fondos públicos: la dictadura salvadoreña no es la excepción a dicha práctica e, incluso, el bukelato es un caso investigado y estudiado por el uso perverso de redes sociales -Facebook, Youtube, Twitter, Instagram, TikTok-, como lo demuestran recientes investigaciones periodísticas.
Esa estrategia goebbesliana -que supone el gasto de millones de dólares- tiene, en esencia, dos objetivos:
- por una parte, el culto a la personalidad del líder mesiánico, mostrándolo como alguien que tiene “línea directa” con Dios, que es infalible (así se pierdan millones de dólares de los fondos públicos, tanto por corrupción como por incapacidad), que es adorado por el pueblo: se busca crear, desde el Estado, una secta repleta de nayibzombies que practique idolatría; y,
- por otra parte, a través de encuestas carentes de seriedad y un lenguaje repetitivo de funcionarios públicos y youtubers que son cajas de resonancia del discurso estatal, se presenta una imagen consolidada e invencible del régimen.
Así, en El Salvador, desde hace rato, el régimen autocrático insiste en que el 97% de la población apoya el bukelato, que más del 90% de la población está en favor del régimen, que la oposición solo cuenta con el apoyo del 2% o quizá hasta el 3% de la población: por supuesto, semejantes discursos son, simple y llanamente, una GRAN MENTIRA, pues semejantes porcentajes de apoyo solo se autopredican respecto de sátrapas como Ortega, Maduro, Jong-un.
Ahora bien, a fuerza de divulgar y repetir tal mentira, el disparate se instala en el imaginario público, con el propósito de crear desesperanza en los ciudadanos que no comparten las acciones y omisiones de la dictadura: es una vulgar estratagema para que las personas críticas al régimen asuman que la lucha ciudadana está perdida, para generar la percepción de que ya no hay nada qué hacer e, incluso personas de buena fe son atrapadas por ese discurso, diciendo que ya ni modo, que todo está definido en favor de la dictadura, que ya solo queda irse del país.
Pues les digo: ese discurso de imbatibilidad de la dictadura es rotundamente falso, es un montaje. Con métodos democráticos, SÍ PODEMOS DERROTAR A LA DICTADURA.
Sí se puede desmontar el bukelato, y la ruta para hacerlo es una vía de dos carriles: la DENUNCIA y la PROPUESTA.
La DENUNCIA de las mentiras, desmanes y fracasos del bukelato, evidenciando que el régimen que nos desgobierna es un instrumento para la implementación de un sistema político resultante de la mixtura de cacocracia -gobierno de los peores, de los malvados- y cleptocracia -gobierno de los corruptos-.
La PROPUESTA, por parte de los responsables políticos y del pensamiento crítico, de acciones para comenzar el camino para la solución de los problemas y retos más apremiantes y vitales de los salvadoreños: seguridad ciudadana sin violación masiva de los derechos humanos, sin torturas y sin desapariciones forzadas; acceso a la salud en condiciones dignas, con salubridad y con medicinas; acceso a la educación en condiciones dignas, con alimentación para los estudiantes e instalaciones aceptables; la creación de oportunidades de desarrollo y de trabajo; la preparación ante los efectos destructores del cambio climático; la construcción de un espacio cívico y comunitario, que posibilite la toma de decisiones participativas y consensuadas; etcétera.
Algunos pensarán que la fábrica de propaganda y desinformación montada por el bukelato es tal que no será posible evidenciar sus mentiras, desmanes y fracasos, pues los salvadoreños somos de memoria cota, pero me les digo:
- ¿es fácil olvidar que durante la pandemia miles de personas fueron arbitraria e ilegalmente detenidas y retenidas en centros de confinamiento?
- ¿se puede olvidar que el régimen dice que por causa de covid-19 murieron poco menos de 5,000 personas, pero informes internacionales exponen que en El Salvador, el subregistro de muertes por covid-19 es altísimo y se calcula que fallecieron más de veinte mil personas?
- ¿es fácil olvidar que el presidente de la República es el último responsable, tanto de los cientos de muertos -con señales de torturas, asfixia, fracturas, sin atención médica- bajo custodia del Estado, como de las torturas -golpes con garrotes, choques eléctricos, hacinamiento- y desapariciones forzadas, todo con la excusa del régimen de suspensión de derechos constitucionales? Y es que, si el presidente se atribuye los publicitados efectos beneficiosos del régimen de suspensión, también debe asumir la responsabilidad de los excesos y abusos.
- ¿debe obviarse que el presidente prometió que se capturaría al ex presidente Funes en los primeros 100 días de su administración, y que ya pasaron, de eso, más de mil días?
- ¿es tan fácil olvidar que el presidente de la República prometió, hace casi tres años, que en un año estarían construidas la central hidroeléctrica El Chaparral y el Hospital Rosales, y que a la fecha ni están concluidos?
- ¿debe ignorarse que se prometió una reforma de pensiones para beneficio de los cotizantes, pero que hoy resulta que sobre los casi nueve mil millones de dólares que los trabajadores hemos prestado al gobierno, este no nos pagará ni intereses ni capital?
- ¿debemos olvidar los millones de dólares malgastados en el fracaso del bitcoin?
Desnudemos a la dictadura en toda su perversión y maldad, en su incapacidad.
Ese es uno de los carriles de la RUTA (que ya todos sabemos cuál es).
.Abogado constitucionalista.