Este 24 de mayo se ha dado por concluida una temporada que no quedará en los libros de la historia como una campaña de buenos momentos. Ha sido la temporada más atípica de la historia del balompié salvadoreño, que comenzó después del tiempo normal y ahora termina de manera anticipada, debido a una tragedia que dejó 12 fallecidos en el estadio Cuscatlán.
Jugadores de Primera División se pronuncian: "Nos sentimos desprotegidos"
Todo comenzó el 9 de julio del 2022, cuando se jugó el primer partido del Apertura 2022, con victoria de Jocoro por 2-0 ante Atlético Marte, se completó la primera fecha y solo se jugó un partido de la segunda fecha, el 1-0 de Santa Tecla a Isidro Metapán.
Luego estalló la crisis del fútbol salvadoreño por el impasse entre INDES y la FESFUT, que devino en la investigación de la FGR por presunta corrupción de Hugo Carrillo en la Fesfut, INDES, con base a la Ley General del Deporte impuso una Comisión Normalizadora, luego FIFA dijo que eso era intervención de terceros en el fútbol y amagó con suspender al fútbol salvadoreño, hasta que el 29 de agosto nombró su Comisión Normalizadora, que es la que rige actualmente el doctor Humberto Sáenz Marinero.
Finalmente, el fútbol volvió el 17 de septiembre con otra victoria del Jocoro, ahora 1-0 ante Dragón, en un torneo recortado por la Copa del Mundo Qatar 2022 y la no voluntad de jugar en medio del Mundial. Ese torneo se jugó en dos grupos de seis, 10 fechas de fase regular, cuartos de final, semifinal y la final entre FAS y Jocoro, que derivó en la corona 19 de los santanecos el 13 de noviembre.
Luego de la resaca mundialista, surgió la parte II del conflicto entre INDES y la Fesfut, aunque con matices. El Clausura 2022 comenzó una semana después de lo previsto, el 28 de enero, luego que Primera e INDES firmaran un convenio de patrocinio que siempre fue visto con recelo por la Federación, especialmente en la participación del ente gubernamental en la creación y dirección de torneos de fútbol, competencia meramente federativa. El convenio se terminó el domingo, a horas de la tragedia del Cuscatlán.
Cuando el torneo, a pesar de todo, se desarrolló con cierta normalidad, el regreso de las luces en el estadio Quiteño, FAS buscando revalidar el título, pero encontrándose con una pésima primera vuelta que le costó el puesto a Octavio Zambrano, un Águila inspirado a pesar de los dilemas de su afición por la decisión de Sebastián Bini de sentar a Benji Villalobos por Rafael García y un Alianza mermado, la situación terminó de la manera más lamentable posible.
La vuelta de cuartos de final entre Alianza y FAS terminó a los 20 minutos cuando se suspendió el juego debido a una estampida humana en el sector de Sol General Sur, por la falta de apertura de puertas y la alta aglomeración de personas que dejó saldo fatal de 12 personas fallecidas, cerca de 100 lesionados y 500 intervenciones médicas. Una tragedia jamás vista en la historia del fútbol salvadoreño, que al momento, solo dejó multas económicas a Alianza por $30,000 y un año sin afición como local. Esta madrugada capturaron a dirigentes de Alianza FC y el estadio Cuscatlán.
Este 24 de mayo, el Comité Regularizador con la Primera División confirmaron la terminación del torneo, sin campeón (como el Clausura 2020 por la pandemia), pero AD Chalatenango como equipo descendido y la propuesta de que FAS (campeón vigente), Jocoro (subcampeón vigente) y Águila (como líder de acumulada) puedan jugar la nueva Copa Centroamericana de Clubes de Concacaf, si así lo valida la confederación.
Una temporada para el olvido por sus bemoles, pero que debe dejar lecciones reales hacia el futuro y más acciones que palabras por parte de todas las fuerzas del fútbol, para que no solo tragedias como las del Cuscatlán no se repitan, sino que también haya una mejora de todas las condiciones de todas las categorías del fútbol nacional o como mínimo, del regido por la Primera División (Reservas y Fútbol Femenino).