En el último mes ,los salvadoreños han tenido que experimentar niveles de calor “opresivo” según los datos que maneja el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), algo que, incluso, tiene implicaciones en el sector agrícola.
De acuerdo con el titular del MARN, Fernando López, quien estuvo ayer en la entrevista televisiva de Canal 21, estas altas temperaturas y la ausencia de lluvias se debe a que El Salvador, y todo el Hemisferio Norte, se encuentran en un proceso de transición entre el fenómeno de La Niña y el fenómeno de El Niño.
Lo anterior quiere decir que, debido a esos cambios, este 2023 será un año con menos precipitaciones a nivel general, lo que significa que lloverá mucho menos que el año pasado, cuando se registraron cantidades de lluvias récord, según López, pues en total el territorio salvadoreño recibió hasta 2,200 milímetros de lluvia. “Si todo el país fuera una piscina, la cantidad de lluvia equivaldría a 2.2 metros de profundidad”, explica el funcionario, quien advierte que para este año el total de lluvia podría oscilar entre los 1,800 y los 1,900 milímetros.
Puede interesarle: La creación de empleos es insuficiente para absorber a los nuevos trabajadores
En este sentido, López aclara que esta transición, si bien es cierto significará menos lluvia, no significa que no vaya a llover, y añade que en las últimas semanas sí se han observado algunas tormentas en distintos puntos de país, aunque no con la frecuencia con la que se han presentado en años anteriores.
Esta falta de lluvia, así como el aumento en las temperaturas y la sequía, según el ministro de Medio Ambiente, afectará la producción agrícola, aunque el funcionario no especificó en qué grado debido a que es el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) la institución responsable de realizar ese tipo de proyecciones.
Sin embargo, hasta el momento el MAG no ha especificado cuál podría ser el impacto de las fuertes temperaturas en la producción de granos, y recientemente solo informó, a través de un comunicado, que “más de 150 técnicos del Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal (y de otras instituciones) están brindando asistencia con énfasis en las Buenas Prácticas Agrícola”, con el fin de aumentar la producción agrícola hasta en un 20%.
La canícula iniciará en julio
El titular del MARN también agregó que, además del fenómeno de El Niño, el país enfrentará un período de canícula a partir de julio, lo que significa que los salvadoreños sufrirán nuevas posibles olas de calor, algo que también significaría un efecto adverso para el agro.
Pero, ¿qué es la canícula? Este fenómeno se refiere al período de más altas temperaturas para el Hemisferio Norte, y quiere decir que, aunque en junio la presencia de lluvias sea más constante en el país, para julio podría verse una nueva reducción en las precipitaciones.
Estas olas de calor, las cuales el país experimentó en semanas anteriores, y que alcanzaron temperaturas récord de hasta 42º C, según el titular del MARN, sumados a la escasez de lluvia, suponen un nuevo desafío para los productores agrícolas en el país, los cuales vienen de un año difícil para el sector.
Lo anterior debido a que las alzas en los precios de los insumos agrícolas, incluidos fertilizantes y pesticidas, han provocado que los costos de producción se dupliquen, algo que ha mermado la capacidad de producir granos para los agricultores.
De hecho, según gremiales del sector, como la Mesa Agropecuaria Rural e Indígena, para este año hay un déficit de hasta 8 millones de quintales de granos, entre maíz frijoles y arroz, un déficit que podría ampliarse si la situación climática impacta de manera directa a los cultivos.
Esa reducción en la producción se vio afectada, además, por un fenómeno contrario al que está experimentando actualmente el rubro agropecuario, pues el paso de la tormenta tropical Julia, en octubre del año pasado, provocó pérdidas en los cultivos valoradas en hasta $17 millones.
“El cambio climático está agudizado para este año”
De acuerdo con un estudio publicado a finales de 2022 por la organización internacional Comercio Justo, la situación actual de la relación agro-clima podría no ser tan mala si se compara con lo que le espera al mundo en las próximas décadas.
De manera puntual, el informe sostiene que, para 2050, la producción agrícola mundial podría contraerse hasta en un 30% a causa de los efectos del calentamiento global.
Además: El aumento en la canasta básica "es fulminante" para la mayoría de salvadoreños, afirma académico
Lo anterior, según el documento, se debe a que “a medida que los patrones meteorológicos se alteran, su impacto en las cosechas y en la producción alimentaria aumenta. Los fenómenos extremos, como las tormentas, sequías o huracanes arrasan con los cultivos y destruyen las infraestructuras agrícolas. A esto se le une el aumento de la desertificación y, por tanto, la disminución de tierras cultivables”.
Esta realidad podría ser peor para los países en vías de desarrollo, en donde la seguridad alimentaria ya está comprometida, como el caso de El Salvador, según un informe reciente de la Red Global contra las Crisis Alimentarias (GNAFC), pues una baja producción agrícola supone un menor acceso a alimentos básicos.
De acuerdo con el informe de la GNAFC, durante el 2022, unos 4.1 millones de salvadoreños tuvieron dificultades para adquirir sus alimentos, una realidad impulsada por la inflación y que podría agravarse en un escenario con menor producción de granos básicos.
El coordinador nacional de la Mesa Agropecuaria Rural e Indígena, Mateo Rendón, no es ajeno al efecto del cambio climático en el sector agrícola, pues sostiene que “el problema de cambio climático está agudizado para este año debido al fenómeno del Niño”, por lo que señala que ese sector debe estar al tanto de que las precipitaciones para la temporada de lluvias de 2023 no serán iguales a los de años anteriores,
“Por eso el productor debe estar informado y enterado de que no habrá mucha agua, que en julio habrá una canícula prolongada y que no hay que arriesgarse a sembrar en esa época” apunta.
En semanas anteriores, la Asociación Cafetalera de El Salvador (Acafesal) también advirtió que las altas temperaturas y las escasas lluvias podrían derivar en una caída en la producción de ese grano.