La construcción de los puentes “lindos, modernos, seguros y dignos” (como los llamó el presidente Nayib Bukele) que se iban a construir aguas arriba del embalse de la presa El Chaparral, sobre el río Torola, uno en el municipio de Carolina y el otro en el de San Antonio, está abandonada.
Ninguna persona está trabajando en ellos desde el 26 de marzo de este año, acumulando 145 días de retraso, pues debieron estar terminados el 29 de diciembre de 2022, como lo dijo el presidente de la Comisión Ejecutiva del Río Lempa (CEL), Daniel Álvarez, en julio de 2022.
Además, el puente peatonal de hamaca, que comunicaba a los habitantes de al menos siete comunidades que están en la ribera oriental del río Torola, fue derribado para dar paso a la construcción de los dos puentes vehiculares y peatonales que costarían $24 millones, los cuales también tendrían una función turística, pues, según Bukele, se podría practicar salto con cuerda elástica (bungee jumping).
Pero a casi cinco meses de retraso en la construcción, los pobladores de al menos siete comunidades de los municipios San Luis de la Reina, Carolina y San Antonio están preocupados ante la incertidumbre de no saber cuándo estarán listos ambos puentes, pues al crecer el Torola prácticamente quedarían incomunicados o, cuando menos, tendrán que hacer un largo rodeo para salir en vehículo por el municipio de Torola, Morazán, y pasar por el puente Chichilco, o sobre el dique de la represa.
Durante el invierno anterior, la CEL proporcionó lanchas para el paso de personas, luego de que a mediados de septiembre comenzaran a llenar el embalse, pero las mismas fueron retiradas a principios de este año luego de que vaciaran de prisa el embalse por filtraciones de agua en el dique y en la sala de máquinas.
Algunos lugareños afirmaron el pasado 17 de mayo que CEL ya comenzó a llenar nuevamente el embalse, aunque debido a que las lluvias han sido escasas, perciben que el llenado va a paso lento.
Algunos vecinos dejaron entrever sus esperanzas de que para suplir la ausencia de los puentes, la autónoma disponga nuevamente lanchas para el paso peatonal.
Aparte del lento llenado del embalse, lugareños aseguran que en el lugar de construcción de los puentes sigue la inactividad. Apenas se ve a guardias de seguridad privada custodiando los materiales y maquinaria. Esto lo comprobó El Diario de Hoy a principios de mayo: en uno de los puentes solo había un guardia de seguridad.
“Solo llegaron a escarbar”
La empresa a la que CEL le encomendó la construcción de los puentes se llama Contratista General de América Latina (CGAL). A esa misma entidad, el Estado, a través de CEL, también le asignó el contrato para construir 19 obras de beneficio social, destinadas a mejorar la salud, la educación y el esparcimiento de los habitantes de comunidades de los municipios de San Luis de la Reina, Carolina y San Antonio, aledañas al embalse.
El costo de la construcción de los dos puentes sería de $23.9 millones; y el de las 19 obras de beneficio social, $13 millones.
Según una publicación del periódico Voz Pública, CGAL recibió como adelanto $12.7 millones para la construcción de los puentes y $2.2 millones para las obras de beneficio social; es decir, casi $15 millones.
Presa El Chaparral está vacía por grave filtración de agua en casa de máquinas
En cuanto a la construcción de los puentes, según Voz Pública, expertos en construcción afirmaron que a lo mucho tendrán un avance de un 30%, aunque la empresa les afirmó que el avance es de un 80% y un 20% en las obras sociales.
Sin embargo, El Diario de Hoy constató que en la mayoría de las obras en el municipio de San Luis de la Reina, solo llegaron a remover tierra, colocaron un rótulo con el nombre de la empresa y la obra que se construíría, cercaron el área con plástico negro… y eso fue todo.
“Aquí solo vinieron a escarbar en los terrenos y ya no volvieron”, dijo un vecino de San Luis de la Reina, quien se quejó de que a más de 15 años de que inició la construcción de la presa, la CEL no les ha cumplido porque constantemente cambian de empresas y las nuevas llegan a comenzar de cero.
Y CGAL no fue la excepción. CEL le adelantó $14.9 millones y su paso por El Salvador fue fugaz, pues de acuerdo con información en el Centro Nacional de Registros (CNR), CGAL solicitó el cierre de la sucursal el 25 de enero de este año, aunque el documento no está accesible al público porque está observado, es decir, que tiene que explicar o corregir algo.
Video EDH/ Eduardo Alvarenga
A pesar de que en el CNR consta que CGAL solicitó el cierre de sucursal el 25 de enero, la empresa contestó a El Diario de Hoy que mantiene la sucursal en El Salvador. Y en cuanto a la cantidad que el gobierno le entregó como adelanto, CGAL solo indicó a este medio que fue lo estipulado en los contratos.
El proyecto de la Presa El Chaparral comenzó en 1998, pero su construcción inició en el año 2008, en la gestión presidencial de Elías Antonio Saca.
En su primera visita al sitio de construcción como presidente de la República, Nayib Bukele afirmó: “Este proyecto increíble se ha convertido de un monumento a la corrupción a un monumento a la eficacia y a la eficiencia”.
“Lo que no pudieron hacer los tres gobiernos anteriores en 11 años, nosotros lo vamos a hacer en un año, vamos a demostrar que el dinero alcanza cuando nadie roba y vamos a perseguir a quienes se robaron acá el dinero del pueblo”, afirmó Bukele el 4 de agosto de 2020.
Sin embargo, han transcurrido casi tres años desde que hizo tal afirmación y la presa aún no funciona.
Y eso es lo que resienten vecinos de las comunidades aledañas al proyecto, quienes alegan que han visto desfilar por la presa a cuatro presidentes sin que les hayan cumplido con las obras prometidas.
Por ejemplo, en San Luis de la Reina prometieron una casa comunal en el cantón San Antonio Las Iglesias, pero de eso solo llegaron a hacer unos huecos en la tierra donde supuestamente colocarían los cimientos. Lo mismo hicieron con el proyecto de construcción de una aula para parvularia en el mismo cantón.
Dos puentes ofrecidos a comunidades de El Chaparral aún no están construidos
En el cantón El Junquillo también construirían una aula para ampliar la oferta académica hasta séptimo grado, pero un día de julio del año pasado “solo llegaron a escarbar y ya no volvieron”, comentó un profesor de ese centro escolar.
Los vecinos de los tres municipios siguen esperando que por fin, en algún período presidencial, construyan las obras que les prometieron. Mientras tanto, CGAL se marchó de El Salvador con $14.9 millones que CEL le entregó.