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Crear o Morir

Si bien ChatGPT fue capaz de darme rápidamente un párrafo útil para empezar este artículo, claramente no es capaz de tener la iniciativa de hacerlo, y mucho menos de pensar si es necesario escribirlo o no, o de valorar la mejor forma de hacerlo. Lo hizo porque se lo pedí. Es por eso por lo que, en lugar de preocuparnos por cómo estas herramientas impactarán nuestro trabajo futuro, lo mejor que podemos hacer es aprender a usarlas

Por Juan José Fortín-Magaña F

Sentado frente a mi computadora no puedo evitar maravillarme ante el potencial que las herramientas de inteligencia artificial tienen para revolucionar el mundo tal como lo conocemos. Desde el desarrollo de algoritmos avanzados hasta el aprendizaje automático, estas innovaciones tecnológicas están transformando industrias enteras y abriendo nuevas puertas hacia el futuro. La inteligencia artificial promete llevar la eficiencia, la productividad y la toma de decisiones a niveles inimaginables, al tiempo que desafía las barreras tradicionales y amplía los límites de lo posible. Y sin duda una muestra de lo sorprendente que es la inteligencia artificial es que este primer párrafo introductorio, de hecho, no fue escrito por mí, sino por ChatGPT, un popular chatbot. 

Evidentemente, la reacción ante la novedad que suponen estas herramientas nos llena de admiración y asombro por todas las posibilidades que nos abren. Pensar en lo productivos que podemos llegar a ser y en lo mucho que pueden fortalecernos. Sin embargo, al mismo tiempo, nos genera cierto temor su existencia. Después de todo, la IA puede llegar a sustituir el trabajo de muchas personas, y nosotros podríamos ser una de ellas. No en vano, se han escrito desde hace tiempo muchas novelas que vaticinan un futuro distópico donde las máquinas terminan "gobernándonos" y más que servirnos, destruyen la fibra social.

Es entonces, ante este ambiguo presente y un inhóspito futuro, que debemos preguntarnos: ¿qué hacer para sobrevivir en un mundo donde la inteligencia artificial sea más productiva o útil que las personas? Creo que la clave entre quedarnos atrás o avanzar estará en poder destacar en aquella área en la que la inteligencia artificial no puede vencernos: ser creativos. Si bien ChatGPT y la mayoría de las inteligencias artificiales nos dan constantemente muestra del poder que tienen para producir y reproducir información, la misma naturaleza de su forma de actuar nos muestra que carecen de algo que no pueden tener: genuina creatividad. La misma que hace que las personas seamos capaces de reinventarnos y ofrecer alternativas que nunca han existido, así como soluciones que nunca se han pensado.

Si bien ChatGPT fue capaz de darme rápidamente un párrafo útil para empezar este artículo, claramente no es capaz de tener la iniciativa de hacerlo, y mucho menos de pensar si es necesario escribirlo o no, o de valorar la mejor forma de hacerlo. Lo hizo porque se lo pedí. Y más importante aún, ni ChatGPT ni DALL•E son capaces de tener cualidades necesarias para la creatividad, como el pensamiento divergente, la curiosidad, el auto cuestionamiento, la flexibilidad y, sobre todo, la imaginación. Estas inteligencias artificiales, después de todo, no hacen más que alimentarse de la información que ya existe y predecir la composición de palabras o imágenes para dar respuestas. Y así, como el mejor truco de magia que existe, no es realmente magia, las mejores y más asombrosas respuestas o expresiones de estas inteligencias no son realmente creatividad.

Es por eso por lo que, en lugar de preocuparnos por cómo estas herramientas impactarán nuestro trabajo futuro, lo mejor que podemos hacer es aprender a usarlas y combinarlas con nuestra verdadera creatividad. Es hora de que el énfasis en la educación esté en desarrollar la creatividad, el ingenio y las habilidades blandas de las personas; dándonos las habilidades para pensar un poco más fuera de la caja y tener iniciativa. La creatividad no es solo un talento, es una disposición que todos tenemos y debemos aprender a cultivar. Es hora de entender lo que ya Andrés Oppenheimer nos decía sobre el futuro: ¡hay que crear o morir!

Lic. en Economía y Negocios, Master en Psicología y Comportamiento del Consumidor

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Inteligencia Artificial Opinión

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