El máximo responsable de Derechos Humanos en el Gobierno de México, Alejandro Encinas, ha sido "espiado repetidamente" a través del programa Pegasus, según una investigación que este lunes publica The New York Times con varias fuentes en contacto directo con él.
El subsecretario de Derechos Humanos, Encinas, pasaría por ser -si se confirma la información- el más alto cargo espiado en el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, con quien Encinas mantiene una amistad personal que no ha impedido que se produjeran entre ellos varios desencuentros, sobre todo por el papel de las Fuerzas Armadas en distintos abusos y atropellos.
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El diario reconoce que no hay una prueba definitiva de quién llevó a cabo la infiltración en el teléfono de Encinas, pero inmediatamente añade que el Ejército "es la única entidad en México con acceso a este programa de espionaje", y que ha espiado más teléfonos que ningún otro cliente en el mundo.
Solo las agencias gubernamentales, y no los individuos, pueden comprar Pegasus, una herramienta de software desarrollada por la empresa israelí NSO que permite infiltrar un teléfono -desde una fotografía, mensaje de correo electrónico o WhatsApp- y desde ahí tener acceso al historial digital completo de un individuo, incluyendo todas sus conversaciones.
La última infiltración en el teléfono de Encinas se produjo al menos el pasado año, mientras dirigía una comisión de la verdad para esclarecer el secuestro y desaparición de 43 estudiantes en 2014, unos hechos que llevaron a Encinas a apuntar a la responsabilidad del Ejército.
El diario contactó con la Presidencia mexicana, con el ministro de Defensa y con el propio Encinas, que declinaron pronunciarse sobre el presunto espionaje.
Encinas se enteró de la infección de su teléfono por Citizen Lab, una organización basada en la Universidad de Toronto que investiga abusos en el mundo digital y casos de censura y que efectuó un "análisis forense" en el celular de Encinas, aunque él no lo hizo público.
También dos funcionarios más que trabajaban con Encinas sobre el papel de las Fuerzas Armadas han sido víctimas de este espionaje a través de sus celulares, siempre de acuerdo al diario.
El rotativo neoyorquino subraya que Encinas es uno de los pocos funcionarios que públicamente ha denunciado el creciente poder de las Fuerzas Armadas y su influencia en la política y en enormes contratos de obras públicas, como la construcción de 1.500 kilómetros de vías férreas, la distribución de medicinas o la gestión de puertos y aduanas.