El Diccionario de la RAE define así la palabra ‘suicidio’: 1. “Acción y efecto de suicidarse (quitarse voluntariamente la vida). 2. Acción o conducta que perjudica o puede perjudicar muy gravemente a quien la realiza”.
La palabra ‘suicidio’ no lleva tilde o acento escrito porque es una palabra grave o llana (lleva la mayor fuerza de voz en la penúltima sílaba –en ‘ci’-) y todas las voces graves o llanas no se tildan o atildan, como parricida, homicida, pistola, soga, veneno, plaguicida, infanticida, magnicida, etc.
Personas de toda condición y edad se suicidan en todas partes del mundo. Uno de los casos más recientes aquí en el país es el de un profesor del Instituto Nacional de Santa Ana, a quien sus propios alumnos encontraron sin vida en el aula de clases.
En lo que va de tres años, más de veinte policías han optado por quitarse la vida.
Como el suicidio tiene que ver con la muerte, veamos lo que algunos famosos dicen de ella: Louis Bonald: “El miedo a los muertos garantiza a los vivos”. Manuel del Cabral: “Hay muertos que van subiendo cuanto más su ataúd baja”. Manuel Gutiérrez Nájera. “¡Cuántos besos dormidos en la sombra/ y la muerte, la pálida, qué lejos!”. Juana de Ibarbourou: “Yo, que soy tan pequeña y liviana/ ¡qué montón tan exiguo de polvos seré cuando muerta”. Roque Barcia: “La muerte es el purgatorio de la vida”.
¿Causas del suicidio? Bueno. los estudios de la conducta dicen que podrían ser motivos como una decepción amorosa, pérdida de un ser querido, enfermedad terminal, alcoholismo, drogadicción, pérdida de bienes materiales, angustia, ansiedad, entre otras y muchas más.
El que piensa en suicidarse debe acudir inmediatamente al psicólogo o al psiquiatra en busca de ayuda profesional. ¡Sí, señor!
Maestro, sicólogo, gramático